11.
- publicado el 13/11/2009
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Recuerdos impresos
Un trozo de papel o una imagen en una pantalla, es todo lo que queda, es todo lo que fue. Una sonrisa preparada para ser retratada. ¡Preparados, listos… sonreír!
Paso la yema de mis dedos por tu silueta, lentamente, una y otra vez, tratando de recordar que hicimos antes, tal vez caminar por caminar, y que hicimos después, tal vez hablar por hablar.
Me fijo en todos los pequeños detalles. El pelo que se mece por el viento, los colores del atardecer, el banco que aparece al fondo, lleno de arañazos y firmas de gente anónima, las personas que pasan justo por detrás, y que miran curiosos a dos extraños tratando de parecer naturales ante una cámara.
Gestos, miradas, rostros, lugares, quedan congelados, atrapados eternamente, guardados en algún lugar. Puede que en un álbum perdido entre libros, o ficheros en un ordenador y que reviven con los recuerdos.
Los llaman instantes robados, porque no volverán, porque no se repetirán, no de la misma forma, no como la primera vez.
Nuestra vida se convirtió en una fotografía, quieta, parada, que no varía y puede permanecer en un retrato que le sirve de soporte para permanecer de pie y decorarla un poco.
El campo de girasoles pasa a toda velocidad, cuando levanto la vista de unas viejas fotografías, mientras me arrellano en el asiento y termino de guardar cada foto en su lugar. Y ahí estás, sonriendo en color o en blanco y negro, de pie, sentado o con posturas imposibles, haciéndome rabiar o reír a carcajadas. Vuelvo a levantar la vista, mira a un lado y a otro, aún queda un largo viaje.
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Hola, Sibisse.
Te recuerdo que si no asignas un género (categoría) a tu relato, quedará guardado en la «Zona Basura». Por favor, edítalo y ponle una categoría que merezca y luzca con algo más de alegría.
¡Un saludo! ^^
Listo, espero que ahora brille un poco más ; )
Saludos