¡ COMO DOS NIÑOS!
- publicado el 01/03/2015
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El cazador
“Tras dar un paseo con su presa, el cazador se apiadó.
Había visto la bondad en sus ojos y lo que había sido fácil, se había vuelto complicado de tal modo que no sería capaz de ejercer su oficio.
Entonces, en un momento de lucidez el cazador apuntó a su presa y gritó – ¡Huye!-.
La presa no entendía muy bien qué estaba pasando pero al ver al cazador con el arco tensado y la flecha apuntándole, echó a correr.
El cazador sabía bien lo que ocurriría al no poder cobrar la pieza que le habían encargado, sí.
Se había jugado más de lo que podía apostar pero, aun sabiendo que el castigo que recibiría podía entrañar la muerte, no tuvo la frialdad de despojar la vida a aquella criatura. “
– No puedo.-
+ ¿No puedes o no quieres?-
-No puedo.-
+ ¿Por qué, he hecho algo mal?-
-No.-
+Explícamelo, por favor.-
-Verás, no es fácil. Me gustaría poder responder como esperas que responda…-
+¡Pero si yo no espero nada!
-Escúchame primero. Tú crees que no esperas nada, pero lo haces. Se que lo más sencillo sería dejarme llevar y lo he hecho durante casi dos meses. Me he sentido bien a tu lado pero no puedo darte lo que me pides aunque no me hayas dicho lo que sientes. Tú no te das cuenta pero lo veo en tus gestos y en tus palabras. Y me gustaría poder dártelo, de verdad, pero no puedo hacerlo.-
“Tras dar un paseo con su presa, el cazador se apiadó.
Habría sido una presa fácil de cobrar pero al verla confiar ciegamente, al comprobar que comía de su mano, todos sus argumentos se desbarataron y la dejó escapar.
El cazador sabía bien lo que ocurriría al no poder cobrar la pieza que le habían encargado, sí.
Se había jugado más de lo que podía apostar pero, aun sabiendo que el castigo que recibiría podía entrañar la muerte, no tuvo la frialdad de jugar a ser un dios con la vida de aquella criatura. “
Y quien quiso decir vida, lo confundía con amor.
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Cuando empecé a leer ya tenía decidido qué iba a poner de comentario, porque me parecía obvio que estabas hablando de amor y de jugar con sentimientos, pero una vez explicitado no hay duda de que era lo que buscabas. Muy bien, «mileidi»
Lovely, sabes que la obviedad es una de mis aliadas 😉