El lago camposanto

Eres un lago eterno de frescura.
Sin ahogarme en ti puedo naufragar.
Me llenas, me rodeas como un mar
templado; inmensa y plácida figura.

Me reflejo en tu líquida hermosura,
bálsamo rico, tú puedes curar
del monótono sentido de estar
buscando en esta vida la cordura.

Pero así es suficiente: loco, amante
de un lago sin final, lleno de vida
y que llena la mía con talante.

Lago eterno infinito que en ti quiero
morir, que no me importa si me olvida
el mundo mientras dentro tuyo muero.

Iraultza Askerria

Iraultza Askerria

Novelista, escritor, poeta, articulista, lector voraz y en definitiva un amante más de la literatura a la que se dedica en cuerpo y alma.

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2 Comentarios

  1. por Gonzalo López Sánchez publicado el 25/07/2013  02:37 Responder

    Maravillosa sensación esa de la que hablas, más sabiendo que el agua es tan caprichosa y voluble como las estaciones, las tormentas y la sequía.

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