La serpiente silenciosa
- publicado el 09/11/2012
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El lago camposanto
Eres un lago eterno de frescura.
Sin ahogarme en ti puedo naufragar.
Me llenas, me rodeas como un mar
templado; inmensa y plácida figura.
Me reflejo en tu líquida hermosura,
bálsamo rico, tú puedes curar
del monótono sentido de estar
buscando en esta vida la cordura.
Pero así es suficiente: loco, amante
de un lago sin final, lleno de vida
y que llena la mía con talante.
Lago eterno infinito que en ti quiero
morir, que no me importa si me olvida
el mundo mientras dentro tuyo muero.
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Maravillosa sensación esa de la que hablas, más sabiendo que el agua es tan caprichosa y voluble como las estaciones, las tormentas y la sequía.
Gracias por el comentario.