EL MALABARISTA

Un malabarista aburre a los conductores, detenidos frente al semáforo.

Repentinamente, una pelotita emerge de su boca, salta y se acomoda en su nariz; las que la siguen, se encaraman sobre ella, hasta lograr una torre de precario equilibrio multicolor. El malabarista se esfuerza por controlarlas; pero siguen saliendo.

De pronto, aparecen tres antorchas, que con vida propia, controlan sus manos. El olor a bencina es insoportable. Las pelotitas se encienden una a una y los juegos pirotécnicos desatan los aplausos.

Cuando los conductores aprontan sus billetes, ya no hay ninguna mano para recibirlos.

Rene de la Barra Saralegui
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2 Comentarios

  1. newowen dice:

    Muy original, Rene de la Barra. ¡Suerte!

  2. Rene de la Barra Saralegui dice:

    Muchas gracias newomen.
    Saludos

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