Se me pasó el plazo del concurso de microrrelatos jajaja. Da igual, lo publico igualmente.

En el lomo de un gigantesco dragón de color cobrizo (pues sus escamas, de hierro, se oxidaban) descansaba el diminuto -en comparación al dragón- cuerpo de una niña. ¿Quién fuera a imaginar que a aquel cielo de color azul de cuento de hadas -en el que se hallaba, solemne y orgullosa, la isla flotante que acogía en su regazo a nuestros amigos- le hubiera precedido la lluvia de meteoritos la cual, desviándose uno de ellos, había hecho de la anterior somnolencia del infante que se enjugaba con sus pequeños puños los ojos -cuyos párpados se caían del cansancio- un sueño sin despertar?

3 Comentarios

  1. Es de largo el mejor título que he visto desde que existe esta página. Por razones. Una de ellas la risa. Bravo.

  2. Winston dice:

    Jajajaja, enorme xD

  3. Carlos Jimenez Buxaus dice:

    Gracias :») ¡Espero superarme en la próxima!

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