NUESTRO ENCUENTRO
- publicado el 15/10/2014
-
ME GUSTARIA…
Ser la sombra que acompaña tus paseos.
El ave que te observa desde el cielo.
La hormiga que te mira desde el suelo.
La flor que a saludar sale a tu encuentro.
Me gustaría mi amor, velar tus sueños,
arroparte cuando de noche te destapes,
abrazarme a tí y protegerte,
que te abraces a mí para quererme.
El hada que cumpliese tus deseos,
el ogro que tus pesadillas espantase.
El angel que nunca te abandone,
el diablo que tus males ahuyentase.
Me gustaría ser la única mujer que enamorases.
La única que existiese en tu equipaje.
La primera que tú amase hubieras.
Y por pedir… la última que siempre recordases.
e
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Hola, me ha gustado mucho este poema que le leído tuyo, a veces nos gustaría ser cualquier cosa que rodea a quien queremos… más cerca de lo que a veces estaremos nosotros mismos.
Seguimos leyéndonos. ¡Saludos!
Gracias Orion, tienes razón… hasta convertirnos en una mosca c……… a (como aquí no se pueden poner palabras mal sonantes) ¿verdad?, por muy cochinas que sean, ¿verdad?, me has comprendido muy bien. A mí tambbién me gusta mucho lo que escribes, me alegro de leernos y escribirnos. Un saludo, para tí también.
Magnífico poema lleno de significados, de matices, muy bueno Victoria. Saludos cordiales
El amante amó tanto durante tanto tiempo, que llegó a ver al amor oscilar en los meses, y mutar en los segundos. Amó al amor mismo, y por eso comprendió todo lo que amor no era. Supo que en febrero, con su dos detrás de un cero, eran los amantes febriles conjuntos, pero no se amarían igual más allá de la prueba de marzo. En marzo despuntaba el recuerdo de una soledad que llegaría más pronto mientras más se temiese. Ninguna flor por otra florece. Pasó por alto abril, y por bajo mayo, pues no pudo apreciarlos a causa de la pérdida, la ruptura, el desmayo. Llegó otro final de año y se extrañó por no encontrar una nueva pareja. Todos los años anteriores del tiempo un invierno a dos pareció ser fija regla. Temió estar muriendo cuando en verdad sólo ahora empezaba a vivir. Y fue, justo ahí, cuando más incomprensible se hizo su escribir.
…UY!!!, me está entrando un «yuyu», creo que se me ha cerrado la boca de sopetón, esto no parece real y ya me está entrando un poco de miedo…, creo que la diversión se está acabando, bueno eso me parece porque noto en mi cara un gesto de… digamos preocupación, creo que alguien me está tomando el pelo, ya no sé si eres un invento o un robot, aunque los dos son parecidos.
Desaparece ya, que esto no me está gustando, «cuarto Milenio» no me gusta nada, me aburre un montón y además hay alguien que lo ve y me cae fatal, jajaja, esta vez sin sonreir. No beso. Victoria.