"Ojos de sirena."
- publicado el 23/05/2014
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El Trascendedor
El siguiente relato está pensado para ser leído a un ritmo Allegro, si se me permite la analogía.
Fue un reto propuesto por el usuario Explorador, para hacer un relato con lo que nos inspirase esta música:
http://www.youtube.com/watch?v=Tzer8ZCW-Ys
Espero que os guste y que os animéis a este tipo de retos literarios.
La estructura de oro que le rodeaba y sostenía su cuerpo en forma de estrella se activó, pero él permaneció con los ojos cerrados. Se encendieron unas luces químicas. Empezó a girar a una velocidad vertiginosa, y se proyectó a través del espacio.
El acelerador molecular, lo llevó al borde del cambio dimensional, y de la desintegración.
Sus recuerdos y sentimientos, pasaron vívidos en una danza frenética. Su consciencia y su mente se diluyeron, en un primer momento, para de pronto sentirse… TODO; pero sin perder su particularidad: pues su camino, su experiencia como observador, su punto, su vector, era único.
La máquina seguía su camino indeflectible hacia el borde de la galaxia. Cada vez más y más rápido.
Dejó de sentir dolor. Abandonó el propiocentrismo de su cuerpo. Se sintió henchido, real, con unas voliciones irrefrenables de desatar el poder que lo embargaba, de explorar todo aquello que las limitaciones corporales le impedían, de corroborar todo aquello que ya intuía y sobre todo de vivir las verdades que con las fórmulas científicas había rozado, pues sabía que gracias a ellas se había asomado a la verdad.
Unos pocos antes que él habían probado ya el Trascendedor, pero no había manera de comprobar su éxito. Él confiaba en las fórmulas, en los rastros dejados por las antiguas civilizaciones.
Ahora sabía que era cierto.
Con una explosión de un teratón el Trascendedor se volatilizó y sólo quedó una esfera de plasma que brillaba con luz propia en medio de la nada.
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