Comisario Hernández:

    Tras párrafos de concretos y específicos detalles, el asesinato del dentista se llevó a cabo dejándonos un sabor triunfal a los dos: asesino y escritor.
    Ante el perfecto crimen, he intentado  borrar las últimas huellas, no he titubeado en eliminar inmediatamente un magnífico capítulo donde los pormenores eran exquisitos.

    El asesino, ahora, ha fijado intimidatoriamente la mirada en mis ojos. Lo he visto merodeando entre mayúsculas y silentes haches. Se esconde en una página sin numerar. 

   Temo un desenlace inesperado.

    Atentamente, su escritor favorito.

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Camila

Escritora de innumerables cuentos, sin títulos academicos que avalen la imaginación.

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