Cena de Nochebuena

El ángel de la guarda, exasperado, le dijo «contigo es imposible trabajar». Su protegido sangraba moribundo en el suelo y el suegro, con la mirada inyectada en sangre, sostenía un arma humeante.

Cheesti

Sin destino definido, sin prisa por encontrarlo, relleno las páginas de mi vida con capítulos alejados de lo ordinario. Las pausas entre capítulo y capítulo quedan para mí.

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