La búsqueda 1ªParte: Aquel sueño.

Cuando la conocí yo estaba paseando solo por un precario mercado casi en medio del desierto, allí donde los comerciantes nómadas se reúnen, a pesar de que el sol me abrasaba y era consciente de que necesitaba algo de sombra, no pude evitar parar un momento a admirarla, su cabello era castaño, largo, con una ondulación perfecta, sus ojos de un marrón profundo y sus labios estaban acompañados por un rojo intenso que resaltaba sobre su piel de un tono tan claro que si el sol la rozase sin duda haría mella en su bello rostro, poco más dejaban ver los ropajes y la capucha que la cubrían, tenía que preguntarle su nombre, por una vez sabía que no se me iba a olvidar los 10 segundos, como de costumbre, ya que mis pensamientos curiosos siempre se dispersan de forma rápida en busca de nuevos intereses, ella me dijo que durante su vida la habían llamado de muchas formas, realmente no me contestó, pero eso tan solo aumentó mi interés, no parecía mayor que yo, y yo tan solo tenía unos 25 años, así que le pregunté por su edad, a lo que me respondió: He vivido tanto tiempo que sería para un simple mortal como tu sencillamente imposible el hecho de pronunciar un número tan alto que ni siquiera existe, y al mismo tiempo, acabo de nacer, pero he estado aquí por siempre y siempre no empezó nunca porque ya estaba aquí, lejos de quedarme anonadado por su amplia respuesta, casi de forma inmediata le respondí: Esas son muchas palabras para decir algo tan poco claro, espero que encuentres lo que buscas, si es que acaso buscas algo, buen día bella desconocida… y lejos de saciar mi curiosidad, tuve que retirarme, mientras me alejaba escuché algo: Puedes llamarme Musa, me giré y le sonreí, le dije: A mi puedes ponerme el nombre que quieras, no tengo ninguno, en ese mismo instante me devolvió la sonrisa y fue algo mágico, jamás había sentido algo así, es casi como si acabase de encontrar algo que había estado buscando durante toda la vida sin yo saberlo, y me dijo: Ya he encontrado lo que andaba buscando, gracias.

En ese mismo momento desperté en mi cama con una sensación de vacío en mi alma como nunca antes había sentido y me pregunté si eso había sucedido de verdad, ¿Era una señal o tan solo un sueño? Porque yo jamás había estado en el desierto, y era tan real… tenía que encontrarla.

¿Continuará?

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