Rock I

(piano, tempo andante)

Caminando en espiral.

¡Cada paso se evapora!

Y adolece de señal

que le muestre un nuevo ahora.

 

De este rito sin final

sólo escapa quien se inmola,

quiebra el ciclo al claudicar

proclamando en buena hora

 

(forte, tempo andante)

Que no quiere sufrir más,

no le importa si estás sola;

si quien te ama de verdad

hace fila en otras colas;

 

que no gozará tu mal,

pero que tampoco importa;

que si te mueres de sed

bebas de otra pirindola.

 

(piano, andante)

Hubo un tiempo diferente

en que afanabais las horas,

en que evitabais la gente.

Generabais vuestras olas.

 

Tu saliva insuficiente…

¡si la piensa se le atora!

Tu lengua era una indigente

que moraba hasta en su gola.

 

(forte, vivace)

Te entregaba cuanto tuvo,

tú se lo pagaste a plazos

mientras él se deshacía

racionabas tus abrazos.

 

¿Cómo puede no entenderlo

si aún se quiebra en mil pedazos?

 

(piano, andante)

Cuando todo comenzó

le abriste nuevos caminos;

cada instante, cada gesto,

fue un paraíso en diferido.

 

Recuerda al llegarte a amar

le creaste sus instintos,

a tu cuerpo se abonó

entregando el respectivo

 

(forte, andante)

Mira el temblor de su pulso

su alma ya no tenía filtro.

Se entregó con todo a ti

aunque no encontró el motivo.

 

¿Ahora, que por fin se va,

le reclamas en su olvido?

 

(piano, andante)

Supo que era simple ornato,

que era el temple de tu acero,

cuando un día sin mirarle

registrabas en su cuero.

 

Cada palmo en que besabas

lleva el nombre de otro cuerpo.

Tu boca te delató

cuando prometiste el cielo:

 

(forte, vivace)

¡Ya él se dejaba flotar

sus pies le alzaban del suelo!

¡Tú vivías otro mundo,

aún le amabas como un perro!

 

¿En tu ausencia impersonada

le brindaste algún lucero?

 

(forte, vivace)

La vida se le escapaba,

él quería empezar de cero

y disfrutar como un enano

acurrucado en tu agujero.

 

¡Tiene suerte de no verte,

ya no finge que está ciego!

 

(forte, tempo andante)

El amor se atragantaba,

él quiso empezar de cero

y disfrutar como un enano

alborotando otro agujero.

 

Se entregaba cuanto pudo,

no pudo cobrar los plazos.

Mientras él aún boqueaba,

le quebrabas su espinazo.

 

¿Cómo puedes increparle

si aún resiente tus hachazos?

khajine
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