EL CABALLERO HOLANDÉS QUE ENTRÓ EN EL BURDEL Y REPARTIÓ Y REGALÓ OCHO ROSAS BLANCAS A OCHO PROSTITUTAS, A LA VEZ, Y LES DIJO QUE ENTRE AQUELLAS PRECIOSAS FLORES Y ELLAS MISMAS NO HABÍA NINGUNA DIFERENCIA Y ÉL LES ASEGURÓ A ESAS MUJERES QUE LAS CONSIDERABA PERSONAS TAN RESPETABLES COMO CUALQUIER OTRA Y DESPUÉS DE ESO SE MARCHÓ PARA SIEMPRE SIN DECIR NADA MÁS.
- publicado el 02/11/2016
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