Adrenalina
- publicado el 20/01/2014
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El patio
Todavía recuerdo el patio colegio de los jesuitas como si fuese ayer la última vez que lo pisé. Era feo lo mirases como lo mirases, pero era nuestro patio. Corrimos centenares de veces por sus adoquines desgastados y sucios persiguiendo a las niñas. Las acorralábamos en una esquina, entre el portón del garaje y la entrada al colegio, e intentábamos besarlas. Más de una vez me llevé un bofetón, pero otras veces no…
Los curas, con su larga y negra sotana, siempre estaban cerca vigilando por nuestra moral… Si uno se pasaba de la raya en el acto lo cazaban y lo llevaban cogido por la oreja escaleras arriba a ver al director, el padre Ramón. Nosotros le teníamos miedo por su afición a la regla de madera… A golpearte con ella en el culo hasta que se te enrojecía como un tomate.
Fin
Firmado: Rafa Núñez