Cuenta la historia de dos niños hambrientos, que decidieron transitar el sendero de la hormiga gigante. A medida que recolectaban alimentos del camino de las sobras, sus corazones comenzaron a latir con más fuerza. Llegaron a considerar que aquella extraña criatura, era tan grande como bondadosa. Exhaustos, se daban ánimo para no detenerse. Entonces lograron darle alcance. La contemplaron horrorizados, conteniendo el aire, ante el hedor de un basural infinito. Una brusca exhalación hizo voltear a la hormiga gigante y los niños no tuvieron a donde huir. Ten cuidado por donde caminas y como juzgas en momentos de desesperación.

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