Ruego disculpe las molestias, pero va usted a morir

Barcelona, marzo de 2014

Muy señor mío:

Me pongo en contacto con usted para comunicarle que en las próximas horas voy a asesinarle. Y espero que no me tome por un obseso de la planificación y el orden, pero me gustaría que lo tuviera en cuenta con tal de comenzar cuanto antes con los preparativos, porque como se suele decir, el tiempo es oro, y para ser sinceros, a usted ya no le queda mucho.

En primer lugar, le ruego que consulte su agenda y me responda con la máxima prontitud con los días y lugares de su conveniencia, porque doy por supuesto que es la primera vez que es usted asesinado, y nada me desagradaría más que tener que importunarlo en el momento equivocado.

Por otra parte, me tomo la libertad de pedirle un favor personal, de asesino a asesinado, y es que deje a mi elección el método y la herramienta empleados, porque aunque no lo parezca, soy un hombre respetuoso de las tradiciones. No obstante, mi intención es que esté usted siempre tan cómodo como sea posible, por lo que si tiene alguna preferencia en este campo, estoy abierto a discutir sus sugerencias.

Además, con tal de que pueda notificar a sus allegados de su pérdida y darles el pésame de manera conveniente cuando llegue la hora, solo tiene que adjuntar en su respuesta el nombre y número de teléfono de un familiar o amigo al que tenga en buen aprecio, y al que le doy amplias garantías de que no asesinaré.

Reitero que no soy ni mucho menos un obseso de la planificación, pero si fuera posible que usted realizara unos pequeños ajustes en la futura escena del crimen, me causaría una honda satisfacción. Se trata de mantener alejado del lugar de la ejecución (y en un radio aproximado de diez metros) a todo gato o felino, sea del género que sea y se encuentre en la etapa del celo en la que se encuentre. Muy lejos de ser una manía mía, se trata de una precaución que es muy importante tener en cuenta, puesto que la sola cercanía de una de esas bestias podría producir en mí una indisposición inmediata.

Por último, solo me queda hacerle llegar un mensaje cálido de tranquilidad y confianza, y si aún guarda alguna duda con respecto a todo este asunto, puedo darle referencias para que compruebe que tengo una amplia experiencia, por lo que estará usted en todo momento en manos de un profesional, y le garantizo que el proceso será lo menos doloroso posible.

Deseando que pase un buen día, le saluda coordialmente:

Su Asesino

Posdata: Si pudiera adquirir en un establecimiento cercano unas bolsas de basura de tamaño grande y mantenerlas cerca de usted en el momento del asesinato, me haría un gran favor. Por supuesto, si guarda el ticket le abonaré su coste en cuanto les haya dado uso.

2 Comentarios

  1. H. Purr dice:

    Me encanta :). Ante todo, respeto.

    1. NOrenes dice:

      Para que luego no se diga que fue un maleducado 😛

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