ASI TE VEO Y QUIERO SEGUIR HACIÉNDOLO.

Eres como un duende mágico

dando siempre brincos, saltos.

Con un corazón de gorrioncito,

no por tamaño, sino por tierno.

 

Porque es adorable y achuchable,

con esa carita tan linda y hermosa,

sin igual, con esos ojitos inocentes,

de buena «persona», como tú eres.

 

Y, por tu inteligencia como una ardilla,

por lo de, ¡es más listo que una ardilla!.

y por supuesto, por lo bonitas que son,

en «masculino», en «machito» ¡faltaría!.

 

Y con el canto del que mejor sabe hacerlo

del jilguero, que conquista con sus trinos,

despertando su sonido al «alba», a la Pepa

y a la Lola y… ¡a una treintena de «ellas»!.

 

¿Qué más puedo decir de tí?, todo y mucho.

como que adorable eres, dulce, gentil, guapo,

cariñoso, galante caballero, elegante, chulito,

estilosito, un ligón y, ¡un poquito gruñoncito!.

 

Así quiero verte mañana si NO, cierro los ojos

y ni te veo ni te miro,, ¡no me hagas tal faena!,

«porfi», haz ese esfuerzo, como hoy no quiero.

Me niego y seré, ¡la que más salga perdiendo!.

 

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