MI HOGAR VACIO…

Al calor de mi hogar vacío,

paso noche tras noche suspirándote,

sabiendo que no te encontraré en ninguna parte

pero pensando en tí como estuvieses.

 

Y levanto la mirada y no te veo

ni una sombra que haga estar presente,

sé que a mi lado no puedes estar y lo comprendo,

y siempre con una sonrisa en el rostro me conformo.

 

Te pienso y la alegría se me escapa

corre muy deprisa y lo llena todo

entonces sólo siento estar a tu lado

pues conmigo estás cariño en todo momento.

 

Y te hablo… e incluso te escucho, te lo juro,

te cuento todo lo que sucede en mi mente,

lo que voy haciendo cada día y soy «un plomo»

y en esos momentos no te escucho el :¡cállate coño!.

 

Casi siempre te cuento lo de …. siempre,

todo son obligaciones y deberes

entonces sí que escucho lo que dices

y me meto en tus historias de repente.

 

No se me hacen pesadas mis cargas, para nada

incluso noto que me ayuda mi sonrisa

como si ella tuviera manos y tal fuerza

que soporto lo que venga día tras día.

 

Y…lo malo que me ocurre lo disipas

porque pienso en tí y tú eres mi alegría

y sólo imaginarme «tu carita»

mis penas ese rato… se me olvidan.

 

Y a mi lado apareces al momento,

yo creo que es que nunca tú te has ído,

no sería capaz de explicar lo que me pasa

pero te siento amor… «cerquita mío».

 

Tan cerca que ha veces pienso

que al dar la vuelta a tí te encontraría

y muchas de esas veces «jugueteo»

y hago que en la vuelta yo te encuentro.

 

Entonces mi sonrisa es carcajada

me río de mi misma a voz en grito

y pienso que disfrutarías vida mía,

si pudieras verme por un «abujerito».

 

Y sabrías que es muy cierto lo que digo

que te siento como nunca a nadie he sentido

que aunque a mi lado no estés cariño mío

a mi lado siempre estás… ¡te siento mío!.

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