¡¡¡TENGO UN CABREO DEL QUINCE»

Y de esperar, desespero

y no contengo mi ira…

tan sumamente furiosa

que hasta me enfadé conmigo.

 

Y todo el día impaciente

sin tener una respuesta

sin tener una alegría…

me sentí un cero a la izquierda.

 

Y hasta me he puesto enferma

encerrada en mi tristeza

decaída por momentos

me sentí como una ¡m—–!.

 

Se me agotó la paciencia

con un «cabreo del quince»

¡mando todo a hacer puñetas!

 

 

 

 

 

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