El espejo.
- publicado el 06/06/2009
-
CAPERUCITA BOBA, la historia nunca contada
Érase una vez Caperucita boba, una niña que en pleno siglo XXI iba por ahí con una cesta en vez de un bolso, trencitas de Pipi Calzaslargas y una caperuza roja pasada de moda. Un día, su madre le dijo que le llevara a su abuelita, que vivía en la residencia de ancianos, una cesta con comida, bebida y las pastillas para la tensión. Evidentemente, en aquella residencia no les daban nada de nada.
Caperucita boba se fue en dirección a la residencia. Pero por el camino se encontró al Sr. Lobo, que le ofreció unos caramelos. Caperucita, que era boba pero no imbécil, los rechazó y se fue por otro camino para huir del Lobo.
El Lobo se quedó muy triste al ver que le habían vuelto a confundir con un secuestrador. Lo que le sucedía era que se sentía muy solo, tanto, que tenía el síndrome de Diógenes. Había llenado su casa de tal cantidad de basura que ya no podía entrar, y se pasaba día y noche en el parque, tirando migas de pan y ayudando a extender la plaga de palomas que infestaba la ciudad.
Como los niños le tenían miedo, se fue a la residencia de ancianos para probar suerte. Pero a los vigilantes les pareció un indigente que venía a robar y le echaron a patadas. El Lobo no se rindió y se coló por la ventana de atrás. Allí se encontró con la abuelita de Caperucita boba, que le preguntó al lobo por qué intentaba colarse en una residencia que, más que una residencia, parecía el corredor de la muerte.
Después que el Lobo le contara su triste historia, la abuelita le propuso que él se hiciera pasar por ella: la abuelita podría fugarse y el Lobo podría hacer amistad con los pobres abuelitos. Al Lobo le pareció una buena idea y se vistió con las ropas de la abuelita mientras ella se escapaba. Cuando se miró al espejo con el vestido puesto, el Lobo se dio cuenta de que siempre había querido ser «Loba». En aquel momento, llegó Caperucita boba a la habitación. Se quedó mirando al Lobo vestido de abuela y le preguntó cuanto tiempo llevaba sin depilarse. El Lobo se sintió tan avergonzado que se comió a Caperucita boba de un bocado.
Vestida de mujer y con una niña en la barriga, el Lobo por fin se sentía feliz. Pero Caperucita boba luchaba por salir y el Lobo empezó a chillar de dolor. Los vigilantes tuvieron que llamar al chico de mantenimiento, que también había hecho un curso de cirugía a distancia. Al ver al Lobo con semejante barriga, les dijo que se trataba de un embarazo de alto riesgo, por tratarse de una «abuelita» tan entrada en años. Como no disponía de bisturí, el chico de mantenimiento tuvo que coger un hacha en plan leñador y le abrió la barriga al Lobo.
Caperucita boba salió llorando y se fue corriendo a su casa. El chico de mantenimiento le preguntó a la «Loba» que si «ella» era tan velluda, como había podido tener una niña tan rubia y blanquita. Para disimular, el Lobo le contestó que qué esperaba a su edad, pues sólo podía ser madre de alquiler.
Y todos fueron felices y las palomas comieron lombrices.
Made by Zilniya
- Esto es de locos - 05/04/2011
- Microhistorias, esas perlas mentales - 19/08/2010
- ¡TOC, TOC! - 16/06/2010
xDD muy divertido
sI, ME HE REIDO BASTANTE
Gracias, me alegra que os haya hecho pasar un buen rato. Reconozco que en esta historia voy un poco «a saco» con varios temas, pero es que también tengo según que días… XDDDD
jjajajaja, moooola mazo XD
es la historia de caperucita deconstruida, como lo que hace Adrià con la comida
que bueno!!
se ve que te gusta reinventar las historias de la infancia y darles otro punto de vista, mas actual y menos ideal.
muy divertido, en serio ^^
amelie…
Si la verdad esk es buenisimo, me he reido mucho… tiene punta! me gusta! xD
Para más detalles de este cuento: http://ecologismoliterario.wordpress.com
jeje ¡me lo he pasado muy bien leyéndolo!
Lo decomo enganchar la historia del leñador con el chico de mantenimiento me ha parecido de lo más original jeje.
S’esque entre lobos travestidos, cerditos okupas, Hansel y Gretel, niños de la calle con anorexia y bulimia respectivamente…
¡menuda infancia hemos tenido colegas!
PD: ¿sabeis? el otro día leyendo me enteré que en la historia original de pinocho, no se convierte en niño, sino que muere por culpa de todas sus fechorías ¡O_O!
Lo del embarazo me ha parecido genial. Enhorabuena