El príncipe y el charlatán
- publicado el 29/01/2014
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mi cárcel…
Me he dado cuenta que sigo siendo la abogada del diablo…defiendo lo indefendible, por buscar un culpable, que nunca es otro si no yo…
Porque mi memoria es tu prisión, tus recuerdos los delitos que cometiste para quedarte en ella y no poder escapar…es una cadena perpetua, que te ata a mi cabeza…que me va a matar.
Cada barrote de la celda es una de las lágrimas que lloré, por tenerte ahí dentro…por ver que no saldrías…
Y tu fianza serán unas palabras bonitas, bien dichas, así conseguirás lo que buscas…
Pero todo error, tiene su castigo y espero que un perdón, que te aleje de esta cárcel, sin condición, que te devuelva tu camino, que no tenga que ver con el mío, y como una persona mas sigas tu destino hasta al final…..
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Me encantan estas comparaciones literarias!! Muy bonito, Lezalel!!
La verdad es que comparar el mal de amores con una prisión es toda una proeza literaria ^^
Este me ha llegado, como transmite el aferrarse a recuerdos y apegos…muy bueno.
ME ha encantado 🙂
Es de esas sensaciones que sólo se pueden describir como cárceles…
muy bueno.
me gusta el tono tragico… como si no quedara mas opcion de que las cosas sean como son
amelie…