¡ EL ¿POR QÚE? DE QUE TE QUIERO !
- publicado el 02/11/2014
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“Et fiat lux”
28 de Marzo de 1977:
Finalmente hoy es el gran día, esta fecha quedará para siempre grabada en el mundo de la egiptología. A las 2 de la tarde bajamos de nuevo por el pozo, nos vamos descolgando hasta tocar el suelo de la gran estancia decorada con numerosos jeroglíficos. Nos dirigimos al túnel que ayer encontré por casualidad al fondo del gran habitáculo y nos introducimos por él. Laurent quiere ir primero, ya que fui yo el que descubrió el pasadizo, le cedo a él los honores. Avanzamos a gatas, casi arrastrándonos, pisando la fina arena del desierto que rodea este túmulo funerario. Llevamos con nosotros unas linternas, un papel donde describimos lo que vemos y trazamos un escueto mapa de los túneles y un par de herramientas por si hubiera que echar mano de ellas. Al cabo de unos minutos, la luz proyectada alumbra una pared de sencillos ladrillos de adobe. Aquí acaba entonces el túnel y las esperanazas de dar con la cámara funeraria, pero Laurent observa una pequeña abertura en el muro con el que hemos topado. Parece que al otro lado hay una habitación, sin embargo la oscuridad es absoluta, por lo que mi colega francés no está muy seguro, puede ser otra trampa. Probamos a desmontar el muro con cuidado para no provocar un derrumbamiento, para ello utilizamos el cincel y el martillo que traemos con nosotros. Ladrillo a ladrillo, la abertura se va ensanchando, hasta hacer posible la cabida de un hombre. Laurent se arrastra primero y comienza a inspeccionar lo que él mismo había aventurado ver, una cámara más en el intrincado laberinto subterráneo. Entonces avanzo unos metros y me cuelo, pero mi pie tropieza en el último instante con un ladrillo y caigo estrepitósamente sobre algo metálico. Entre farfullos alzo la linterna para ver a Laurent llorando de felicidad. Dirijo el haz hacia otro lado y me sorprendo a mi mismo diciendo en voz alta: -“Et fiat lux”-, es la cámara del tesoro.
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La verdad es que se me ha quedado un poco soso el relato. Lo de la letra grande me ha llamado la atención, eso me ha gustado pero luego el contenido a mi parecer (y sólo es mi humilde parecer) un poco justo.
como autor de este relato te reconozco que tienes toda la razon del mundo, es algo que escribí hace algunos años y quería probar a ver que impresión daba…
Está bien redactado, pero la trama es previsible.