Ni en uno
- publicado el 08/04/2016
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Me veo arrastrada hacia ti.
De las hojas caídas de los árboles,
de las flores que solas se deshojan,
de las raíces de perdidos tréboles,
de trovadores que a muchachas desfloran,
de lienzos con imposibles colores,
del reloj marcando la misma hora,
de los perros vagabundos sin nombre,
de cosas a lápiz que no se borran,
de cuerpos limpios desprendiendo olores,
de estrellas tan lejos que no se tocan,
de los atravesados corazones,
de edificios de hierro y goma,
del perdón sin resto de rencores,
de lo sagrado que no se nombra,
de un invierno lleno de calores,
de amores locos en otras bocas,
me viene la imagen de tus talones,
añoro el aroma de tu ropa,
paso la noche entre tus visiones
y lloro abandonada en tu derrota.
De todo lo que veo y siento, del mar embravecido, de la lluvia torrencial, del frío viento y la candidez del sol, de lo que como y lo que expulso, de lo que río y lo que lloro, de lo que oigo y escucho, lo que pruebo y huelo, del universo entero y por el mundo, me veo arrastrada hacia ti.
Senda.
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wow es… exelente… profundo… genial… es tan perfecto que no se cual es el calificatvo adecuado… a lo mejor no exixte
vaya jajajaj gracias 😉
¡Qué fuerza destila! Además, mantienes el ritmo gracias a las rimas y luego concluyes rompiéndolo mediante una prosa poética… ¡Es perfectamente imperfecta! (Con un toque, a ver si me entiendes) XD