Mar de sangre, infierno inútil
- publicado el 27/11/2008
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Reencuentro
Qué momento tan tenso, no recordaba sentirse así desde la primera vez que se besaron, y ahora después de casi un año iba a reencontrarse con él.
Parecía haber pasado una eternidad, se sentía vieja de cuerpo y de corazón. Aquella mirada celeste, brillante y pizpireta ya no estaba; en su lugar, dos ojos grisáceos y caídos la miraban desde el espejo preguntándole ¿qué ha sido de ti?
Se puso sus mejores galas, un largo vestido rojo de raso con escote por la espalda, zapatos negros de tacón, y todas las joyas de oro que él le regaló.
No reparó en gastos: vajilla de porcelana, cubertería de oro, Château Petrus en dos copas de cristal de Murano, langosta termidor y de postre, crema de yogur con frutas del bosque.
Encendió unas velas y el ambiente quedó con una tenue luz, acompañado del olor de incienso de canela quemándose.
En el equipo de música no podía faltar el CD de Aretha Franklin que tanto les gustaba a ambos, y que tan buenos recuerdos les traía.
Faltaba muy poco, no más de veinte minutos para que él llegase, las mariposas no dejaban de revolotear en su estómago.
En el tiempo que quedaba lo único que hacía era recordar aquellos momentos tan buenos que habían pasado juntos: las vacaciones de verano, las escapadas a la montaña los fines de semana, aquellas tardes de otoño en las que podían tirarse caminando horas y horas bajo la lluvia, la primera vez que hicieron el amor, la primera vez que de sus labios escaparon sendos «te quiero», el olor de su perfume, el tacto de su piel, el verde oliva de sus ojos…
…sus párpados cerrados, el coche destrozado, la sangre emanando de sus venas ensuciando el asfalto, el sonido de la sirena de la ambulancia, la camilla trasladando el cuerpo sin vida, el sabor salado de sus lágrimas y amargo de su pena…
Las once y seis minutos. Una leve brisa sacudió las cortinas y acarició sus labios…
– No sabes cómo he deseado que llegase este momento cariño, te amo…
- Reencuentro - 09/02/2010
- Vraeus - 27/01/2010