A un día que nunca fue
- publicado el 16/06/2009
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Escribo estas líneas para decirte que lo que pasó aquella noche nunca existió. Para que olvides lo que olvidé una hora más tarde de que todo[...]
La leyenda del amor perdido
Un beso.
Nada más que eso es lo que te pedía para conseguir expiar todos los pecados que había ido cometiendo a lo largo de los años.
Demasiados errores, y todos relacionados contigo.
Después de haber bebido de la mano de la locura y de haber inventado mil historias para conseguir evadir la realidad que nos rodeaba, llegó el momento en el que la distancia fue el castigo que recibí.
No hay un sólo momento en el que no me arrepienta de las noches de desenfreno, en el que no vea tu sonrisa convertirse en lágrimas derramadas en forma de tristeza y desconfianza.
Fue un cúmulo de decisiones lo que me hizo perderte, ahora tu ausencia es la que causa mi muerte y sólo tu compañía podría otorgarme el descanso.
Condenado a vagar eternamente buscando tus labios, una forma etérea con el sueño de poder despertar del dolor.
Una caricia en el viento, una canción.
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¡Hombre! Cuánto tiempo, ¿no?
Me ha gustado mucho, pero te hago una recomendación. Si un microrrelato busca decir mucho con muy poco, quizás te interese ahorrar en el lenguaje en lagunas ocasiones.
Por ejemplo, en vez de «Nada más que eso es lo que te pedía…» puedes decir «Sólo te pedía eso…». Es una sugerencia, pero usarías un lenguaje más directo que, a mi parecer, transmite más.
¡Nos seguimos leyendo!
Ya ves, cuanto tiempo sin pasear los ojos por está página!!
Sabes como soy, de vez en cuando me da, entro, escribo varias cosas, y me desvanezco…
Me apunto tu consejo, que sabes que tus críticas siempre son bien recibidas colega! nos leemos!