Ocho días de mayo

Una espuma anaranjada brotó tras la incisión. Puesta en la camilla, la criatura parecía una fruta carnosa aplastada con la mano. Ya no inspiraba terror, ni quedaba rastro de aquella bestia infernal que nos había tenido entretenidos ocho días de mayo. Su cuerpo, arrugado y muerto, se prestaba al estudio sesudo de mis compañeros. Me eché a un lado y dejé que Óscar se pegara al cristal boquiabierto. Aún tenía mucho trabajo pendiente: rellenar pápeles, tratar de olvidar este último mes, buscar una explicación racional que me permitiera seguir viviendo.

Romani Freyer
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1 Comentario

  1. Hola, Romani.
    Te dejo las bases del Concurso para que les eches un ojo.
    https://sopaderelatos.com/concurso-de-microrrelatos-de-fantasia-2014/
    ¡Suerte con el microrrelato que elijas!

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