Consciencia o paternidad

Postrado en la silla de su despacho, con un martillo en su mano y una amalgama de hierros , chips y placas hechas añicos encima del escritorio, José suspiraba profundamente y negaba con la cabeza, el año anterior ganador del concurso de robótica en la modalidad de sumo y ahora allí, abatido, desesperado, impávido ante lo que había hecho, nada volvería a ser igual. Aquella nueva programación y aquel nuevo chip habían conferido consciencia a su robot, se apiadaba de los oponentes. Era sabido entre científicos que aquello supondría el final de la especie humana, y su hijo acababa de nacer.

Raul Briones
Últimas entradas de Raul Briones (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada