Quevedo se va de putas

Cuán horrísonos gemidos desbocados
escapan ateridos de tu garganta,
marca de la profesional sicofanta
curtida en centurias de encuentros comprados.

Atenta a mis extrañísimas demandas,
tal vez creas mis gustos algo bizarros.
¿Qué no pedirán otros tantos zamarros
derramados gritando tu nombre, Amanda?

Mas a tu celeste grupa de centaura*
creo recordar que otro tu nombre fuese:
hace una semana te llamabas Laura.

Anunciándote TEEN VICIOSA BIRMANA,
deshonesta inocencia anida en tu aura.
¡No cumples los treinta y eres de Triana!

* Pablo Neruda, Canto general.

Carlos Ortega Pardo
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