No hables de playas
cuando eres mar calmado.
No hables de mañanas
si estás ahora a mi lado.

No mientas sobre tormentas
ni de lluvias que arrasan,
si nuestra mejor guerra
es la luchada en tu cama.

No digas que eres piedra
en el camino de mi vida,
porque eres esa pieza
que encaja en mi sonrisa.

No insinúes que el día
que se borre mi perfume
tu vida estará vacía
de esplendorosas luces,

porque no hará falta
buscarme en los despojos
que olvidé en tu cama;
estaré dormida en tu hombro.

No hables de la muerte
ni de suicidios pasajeros,
bastante tengo con no verte
ni besarte todo el cuerpo.

Que no quiero islas,
ni a Escropio ni a Orión
yo sólo quiero tus camisas
dobladas en mi cajón.

Sueño con llegar a casa
cansada de todo el ruido
y encontrar tu mirada
al final del pasillo.

Discutir por el color
de la pared del cuarto
y que acabemos en el colchón
enredando nuestras manos.

Encontrar tus calcetines
tirados por el suelo
respirar tu mismo aire
tumbada en tu cuerpo.

Quiero eso y mucho más,
ser parte de ti, sin ocultarlo
porque quiero quererte amar
¡Sin tener que soñarlo!

Parte III: Más allá del universo

Libro VI: Entre las estrellas

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Orion

Mis poemas son el diario de la vida que podríamos haber tenido juntos.
27 primaveras viviendo entre las nubes y la exosfera.
Amante de la leyenda de Escorpio y Orión


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