El enfermero fiel

El paciente estaba en la mesa de operaciones preparado para serle amputado el brazo derecho a la altura del codo, una bala enemiga casi se lo arranca de cuajo en la batalla de Teruel. Justo cuando le iban a anestesiar, una bomba de la aviación impacto en el generador que surtía de luz al pequeño hospital de campaña. La operación se suspendió. Ya en la sala atestada de camillas con soldados heridos de la más diversa consideración, un enfermero que iba a ayudar en la intervención, se acercó al sargento de dieciocho años y le conminó a solicitar el alta voluntaria y no dejarse cortar el brazo, “lo tuyo lo arreglo yo con unos cuantos meneos a ese codo, te va a doler pero conservarás el brazo rapaz”. El imberbe sargento así lo hizo, su brazo sanó y la guerra terminó para él en EEUU donde lograría fama y fortuna como concertista de piano. Nunca logró encontrar al enfermero que cambió su destino, muchos años después supo que no había sobrevivido a la contienda.
Doa
Sada 3 Junio 2011

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