Hasta siempre, detective

Buenas noches, detective.

 

Todavía no nos conocemos, pero creo que llevamos tiempo compartiendo, digámoslo así, los mismos sueños, o pesadillas quizás. Y por eso he decidido dar este paso, y escribirle.

Entiéndame, necesito hacerlo. Tomémoslo como…una terapia, sí. ¿Acaso no es lo que dicen las noticias? Estoy loco, eso es lo que dicen. Que son crímenes atroces cometidos por, a todas luces, una mente perturbada; que solo una mente enferma puede cometer esos horribles asesinatos; que solo un monstruo podría matar a niños y mujeres de esa forma tan despiadada.

Malditas alimañas, ¿quiénes son ellos para juzgarme? Ilusos que creen conocer. No tienen ni idea. No lo entienden. ¡Ellos no!

En cambio sé que usted puede. Lo he visto en su cara. Sí. Le he observado muchas veces, escondido entre la multitud, temblando por la emoción de tenerle tan cerca, deseando acercarme y hablarle.

Me imagino que ya sabe quién soy y que esta carta está escrita por la misma persona que ayer mismo liberó a una familia de su miserable vida. Todavía puedo cerrar los ojos y ver el miedo en sus caras, el temblor del horror al sentir aproximarse los segundos finales, el leve quejido final saliendo de sus bocas ensangrentadas, las últimas sacudidas de sus cuerpos resistiéndose a dejar escapar las vacías vidas que contenían. Puedo sentir el correr de su sangre por mis manos y las salpicaduras en mi rostro, como una refrescante ducha en un caluroso día de verano. Puedo sentir el sudor deslizándose por mi frente, las gotas agolpándose en la punta de mi nariz hasta alcanzar el suelo y mezclarse con la sangre acumulada, coagulándose lentamente, sin remedio.

Muchas veces me pregunto qué sentirán ellos. Ojalá pudiera saberlo. Conocer su parte de la historia, ver a través de sus ojos, sentir a través de su cuerpo. Disfrutar de la sensación de libertad, que ya nada importa, que por fin estoy en paz.

¿Usted qué cree, detective? ¿Estoy loco? ¿Dónde está la línea que separa la cordura de la locura? Cada día dejamos que miles de personas mueran sin mover un solo dedo. Un mundo en el que no se duda pisotear al de al lado por un poco más. ¿Es esa la cordura, detective? ¿Es esa su cordura, detective?

Perdóneme, no quería decir eso. No he sido justo. De todas formas ya da igual, pronto acabará todo. No se preocupe. Ya lo he decidido. Es necesario. Espero que lo entienda, no podía seguir así.

 

Siempre suyo,

D.

 

P.D.: ¿Qué se siente al ser atravesado por un cuchillo, detective? Dese la vuelta y respóndame, por favor.

yatediego
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2 Comentarios

  1. Camila dice:

    Excelente el hilo que extendiste! Muy buena carta, de las mejores, un gusto haberla leído. Inmejorable final.

  2. yatediego dice:

    ¡Muchas gracias Camila! Es muy agradable recibir un comentario así.

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