Estoy entre vosotros

Hola Mr. Sherlock,

Sí, sé que el apodo no es muy original, Inspector Darren, ahórrate los comentarios.

Constantemente oigo que estáis más cerca de atraparme, pero ni siquiera os estáis acercando y a la chica se le está acabando el tiempo. No voy a dejar de matar y cada vez va a ser menor el tiempo que te voy a dar para resolver este caso. Date prisa o el número de víctimas va a aumentar a un ritmo inesperado.

Las teorías de la prensa y de los criminólogos no son más que basura por las que pueden salir cinco minutos en televisión y regodearse al pensar que son ellos los que arrojan luz en tan extraño caso. Pero no estoy loco, como muchos creen. Lo que en verdad me motiva es el exquisito placer de mirar a mi víctima a los ojos y oírla suplicar, apelando a la piedad que creen que voy a encontrar en algún recóndito lugar de mi interior. ¡Pobres ilusas! El miedo que me muestran es un incentivo para continuar con mi trabajo.

¿Has salido a la calle recientemente? Huelo el pánico en el aire. No hay padre que no sienta terror por sus hijas, ni marido que no extreme la precaución sobre su esposa.

El comportamiento policial en este caso me parece de risa, como si fuera una broma de mal gusto. ¿No queréis rescatar a la chica con vida? Seguir así e iré a por la próxima, aunque creo que con la siguiente os daréis más prisa. Ya la tengo en la mira y puedo decirte, Inspector, que la conoces demasiado bien.

Tienes menos de cuatro horas para rescatar a Jennifer, antes de que vaya a por mi próximo trofeo. Debo advertirte que lo que estoy a punto de hacer a esta chica va a superar con creces mis “macabros” crímenes anteriores. Ésta, sin duda, será inolvidable, mi obra maestra.

¡Vamos! No es tan difícil. Estoy entre vosotros y lo sabes, ¿tanto te cuesta cazarme? Creía que esto era lo tuyo, aunque ya de por sí, creo que es lamentable que te envíe una carta para darte un incentivo para atraparme. Es cierto, podía haber llamado, pero esto me parece más personal ¿no crees?

No te gusta tanto este juego cuando soy yo quién pone las normas ¿verdad? De ahora en adelante, por cada hora que pase, te enviaré uno de sus dedos. Oh, y por si te lo estás preguntando, sí. Está carta está escrita con la sangre de Jennifer. Ya sabes, Inspector, cuatro horas, ni un minuto más.

Haz lo que creas conveniente con esta carta. Quémala, guárdala, publícala, no me importa. De todas formas, sé que no vais a dar conmigo. Siempre estoy un paso por delante de vosotros, pero aún así, os daré una oportunidad.

Tick tack, tick tack.

Atrápame si puedes,

Señor X.

PD: Adjuntado a esta carta, te envío lo que queda del hígado de Megan y del corazón de Jasmine. El resto me los he comido.

Rosa Maria Martin Cuadrado
Últimas entradas de Rosa Maria Martin Cuadrado (ver todo)

1 Comentario

  1. Maria Jesús Briones Arreba dice:

    Me gustaría que se me diera una oportunidad para publicar en ésta página. Hace algún tiempo lo hice. Pero una enrevesada clave me hizo olvidarla.
    Desde entonces he pedido una nueva y no me ha sido posible con los enlaces que Vds. proponen.
    ¿Pueden darme una nueva?

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada