7 Comentarios

1. Tungsteno dice:

   14/06/2014 a las 01:00

   Lo especial conduce a lo espeso. Lo espeso a la espesura. La espesura a la oscuridad del seno, y en ésta de éste ocurre el renacimiento. Es un ciclo apasionante. Un ciclo de una vida buena, una vida dura, una vida llena pero ¿cuántas veces recircularlo? ¿Cuantas veces traer de vuelta el juguete gastado, que agotó las idas, y agota la vida?

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2. VictoriaPermuy dice:

   14/06/2014 a las 01:32

   Pero…!!! DIOS !!! ¿ qué es esto?, oye , bueno lee, me parece que me has olido que hoy tengo un día «asqueroso», pero de lo más «asquerosito» y te han dicho al oído: alguien necesita que la distraígas, tú dile lo que quieras que se lo va a creer y así… ya no piensa en lo otro, jajaja, de verdad que me tienes
   sorprendida, ya había cerrado la boca y creo que no la voy a cerrar en toda la noche, esto parece irreal, no sé si reirme o cerrar de inmediato el ordenador y olvidarme de lo que está pasando, creo que si descubren tu forma de «terapear» (de terapia) me la acabo de inventar, tienes pacientes de sobra y además te puedes aprovechar de cobrar un pastón, yo por ser tu conejillo de indias me atiendes gratis ¡¡¡porfi!!! ¿sí?, oye, bueno lee, me estás haciendo un bien que no te lo imaginas,
   estaba la mar de pocha y ahora estoy divertidísima. Gracias, eres » la monda» en verso… jajaja.
   Otro beso. Victoria.

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3. Tungsteno dice:

   15/06/2014 a las 00:56

   Sea yo o no «la monda», tú sí que has puesto toda «la pulpa» y hasta la semilla. La verdad es que estaba aquí como cometa desgarrada. Posada, casi enterrada, pero con la suficiente ligereza como para ser elevada. Faltaba, eso sí, un viento suficiente. Y ese viento, sopló al leerte. Pero, ¡no pienses por favor! Algún mecanismo visible u oculto debe existir para que tú quedes placentera y estoicamente exenta de pensar (no pensar, no siempre es fácil, tiene sus más y sus menos: a unos nos vuelve tontos, a otros inteligentes en extremo), y gracias a ese mecanismo (que ya existe y opera en tí) quienes estamos a este lado del cristal, en este extremo del haz de microondas, disfrutamos porque entre tus decires y tus sentires no medie distancia apreciable, sino una inmediatez que a unos nos envuelve y arrebata, a otros nos envuelve y conmueve, a otros nos envuelve y pone a celar, y a otros, los menos, les envuelve y les escuece con al «taliván». ¿Denominador común?. Envuelve. Pues eso, en volviendo, vuelve, que al margen del pensamiento, al menos una vez más, te estaré leyendo.

   Como fenómeno general (el del envolvimiento), me encuentro detenido ahora para apreciar su encanto. Veamos: alguien desnuda su alma, se desenvuelve, teniendo el efecto de hacer que otros se sientan arropados, envueltos. ¿No es curioso-milagroso?. Mientras me desnudo te visto. Mientras te confiesas me lleno de nuevos secretos. Entras en fuerza y calor, cuando expreso mi debilidad en el frío. Debe ser entonces que no somos dos cuerpos, ni tanto el espacio, ni excesivo el tiempo. Ni tan distantes. Ni tan distintos.

   Elegí tungsteno sin pensarlo pero sabiendo. No sé cómo supe. Luego de así llamarme, me puse a curiosear: ¿qué diantres es el Tungsteno?. Ah! Claro! Es el ¿metal? con que están hechos los filamentos de las bombillas tradicionales. Un metal que se calienta, se calienta, se calienta…. cuando la energía de cabo a rabo lo atraviesa, y en lugar de fundirse o confundirse, entra en incandescencia, y se entrega a radiar luz, y también a lucirse un poco.
   La incandescencia es como la indecencia y la decencia practicadas al mismo tiempo desde la inocencia.
   La incandescencia es como un éxtasis sin pérdida de consciencia. Saben más de amor algunos metales que muchos monitores tántricos.

   He entrado en incandescencia leyéndote (y por tantas otra razones, claro). Y ahí tenemos al Tungsteno. Lo «peor» de todo (y aquí sí que me llevé una sorpresa…, tampoco mucha, un pequeño respingo de perplejidad) es que el sinónimo exacto de Tungsteno es… ¡Wolframio!…. Quizá lo tome como apellido.

   A Tungsteno (Wolframio), lo conocen por ser muy duro, muy pesado, muy estratégico, muy necesario. Pero a mí, lo que me arroba de este muchacho, es que en vez patalear o meter trompazos cuando se siente electrocutado, lo que hace es ponerse a emitir luz. ¿Te imaginas?. Que todos los seres vivientes, al sentirnos presionados, ofendidos, atacados, en lugar de defendernos o revolvernos como larvas espinadas poseídas, nos pusiéramos a emitir luz que permita, por ejemplo, de noche escribir poesía .

   A Tungsteno no lo elegí pensando. Ni siguiera lo elegí. Se me puso en mente esa palabra, oreja adentro, sobre la lengua y en el entrecejo. Luego ya, fui comprendiendo. Si llego a pensar aún no lo entiendo. Seguí tirando del filamento que, mientras más padecía mis tirones, más luz daba, como cien neones. Llegó a iluminar una esquina de Iberia: Galizia. Tungsteno habla también de sí mismo, y cuenta que los nazis desamorables extrajeron de minas gallegas su otro yo, que es Wolframio. ¿Luz, metal, poesía, envolvente, nazis, amor, inocencia, secreto, desnudez, Galicia, entrecejo, lengua, semilla, neones, tirones, ligereza…?

   Tungsteno es de un gris acerado, no tanto como triste, ni alegre euforizado.

   Dedico este texto a cualquiera. Las entrelíneas, a Victoria. Las faltas de ortografía se las dedico a Fräulein Rottenmeier.

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4. VictoriaPermuy dice:

   15/06/2014 a las 02:29

   ¡BUENOOOOOOOOO!!!!, quién eres?… qué eres?, dejas así, «boquiabiertos» a todo el que te lee?,
   ¿qué pasada…!, mira al principio creí que eres «niña», tuve que leerlo esta vez dos veces nada más,
   y, me dí cuenta de que te referías a la cometa mencionándote «femeninamente», luego ya caí en que eras «niño», bueno «chico» como en una frase te identificabas y luego ya estaba claro, pero tuve un lío tremendo, ahora todo aclarado, yo por mi nombre sabes que soy «niña», jajaja.
   Pues sí que tiene historia el tuyo, «bautízate» con el apellido, me gusta y es más fácil de pronunciar,
   anda que no tienes perigrí (jo! no sé si está bien escrito) como yo de «clases» y de títulos nobiliarios,
   que no «mobiliarios», no me gusta hablar pues creo que eso ya pasó de moda, pero puedo presumir de tener un amigo con un nombre muy importante y con una gran historia que lo acompaña.
   ¡Menuda tesis!, de matrícula de honor, ya lo creo, algún día saldrás en el ¡HOLA!, jajaja.
   Bueno me gustó leerte y quedar informada con todas tus explicaciones, me tienes …¿!!!?,que no sé como definirlo, nunca imaginé encontrarme yo «envuelta» , con tantas vueltas y revueltas, tantos filamentos y rayos y centellas que, no «centollas», ¡ojalá! con lo que me gustan, que creo que será mejor que no sigas porque la que va a acabar electrocutada voy a ser yo y no va a hacerme falta meter los dedos directamente en un enchufe, creo que me estoy fulminando de un momento a otro.

   Mencionas «Galiza» en el vuelo de la cometa, es que ¿eres gallego?, hasta lo digo con acento «galeguiño» o «galleguiño», queda mejor el último.

   Me gustó leerte, eres divertido, por cierto estuve buscándote en la «sopa» y no te encontré, escibías con otro nombre?, dime algún título de los tuyos para encontrarte y poder leerte pues me volví loca ayer y no lo conseguí, a lo mejor si eres gallego no eres de «sopas» sino de caldos con el apellido anterior, jajaja.

   Me divertí mucho, además escribiste una barbaridad, los de la página van a empezar a «cobrarnos» por la cantidad de letras sin sopa, ni caliente ni fría. Me lo he pasado muy bien, un abrazo. Victoria.

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5. Tungsteno dice:

   15/06/2014 a las 23:37

   Y encima, además de escritora interesante, lectora generosa. Es verdad lo que dices: nos (o me, o te) van a llamar la atención los anfitriones que nos han servido este consomé. En Sopa de Relatos nos toca poner las letras y algún que otro tropezón pero no hacernos un corrillo ni un micromundo paralelo. Me polaricé contigo porque tienes tirón, sonorida, y estela sugerente. Enlazar comentarios es también publicar y compartir pero, es adecuado, justo y bello… hacerlo por otro el otro lado, por donde todos presentan sus piezas, y no sólo aquí en este corredor lateral (que a veces es mejor que el central, sin dejar de ser un chat). A ver si me sale «limitarme» a comentar las obras con brevedad sin utilizarlas como puentes para visitar las almas de los amanuenses (una promesa que me hago). En definitiva: seguro que no sólo para mí has sido muy nutritiva. Gracias por tantos registros que despliegas, y ninguno policial. Gracias también por conceder que la interacción evolucionara naturalmente hasta este punto bastante. Te veré en la próxima comedia. Seguramente también en la próxima tragedia. Te veré vivir y salir de ambas. Te veré en la libertad, andando calma, divertida, y sintiendo las piernas largas. Y ahora, me monto en mi meteorito y me doy un paseito. Aquí… y me cuesta… se despide… y me sigue costando… Tungsteno. Llega la era de Wolframio y de la crítica literaria estricta (esto último no pienso jurarlo… 😉

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6. VictoriaPermuy dice:

   16/06/2014 a las 00:08

   ¡ «oquei»» !… pero escribe algo de una vez, yo no puedo porque olvidé la contraseña y no me dejan entrar, asique ya no me podrás poner ninguna crítica, «osease» que sí, o sí vas a cumplir tu palabra sin esfuerzo alguno, jajaja, pero el premio que te den… que sepas que lo merezco yo, ¿o no?. Un abrazo.
   ¡¡¡VICTORIA!!! (por lo del trofeo, jeje).

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7. Tungsteno dice:

   16/06/2014 a las 00:38

   (responderte ya es un incumplimiento, me juego la expulsión) Sí. Lo mereces tú, el tro-feo feote, yo me quedaré con el tro-bello bellísimo 😉 (Ya, ya he publicado… pa disimular y desviar la atención)

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