¿ TE ARRANCARÉ UNA SONRISA ?… ¿SI?…¿NO?…

Te voy a contar un cuento,

que a lo mejor a tí te suena,

tu sabrás si es una historia,

y ¿quién?… su protagonista.

 

¡ ERASE UNA VEZ…!

Una cigüeña preciosa…

con un plumaje muy blanco

su pico de un color rosa ,

e hilos de plata en sus alas.

 

Portaba una cesta blanca,

juego hacía con sus plumas

envuelta con un gran lazo…

y que de su pico colgaba.

 

Venía de un país norteño

sin un destino certero…

bajaba al sur en su vuelo

cuando se fijó en un pueblo.

 

Un pueblo maravilloso,

parecido al de «Aladino»

con doradas torres altas

en la cima de sus templos.

 

En una casa del pueblo,

un matrimonio vivía

ya tenían una niña…

pero querían un niño.

 

Notó cómo una llamada,

¡ le sonaron los oídos !,

y su mirada clavada…

quedó en aquel domicilio.

 

Hizo parada en su patio

y sin pensarlo dos veces

en su puerta hizo notarse

dando golpes con su pico.

 

Salió una mujer hermosa,

bella por dentro y por fuera

y sus ojos se vidriaron …

al ver a un niño en la cesta.

 

Llamó rauda a su marido,

con dulce voz…amorosa,

¡mira que nos han traído!,

y él … la besó en la frente.

 

Fué inclinándose a la cesta,

y con sus manos muy limpias

fué deshaciendo aquel lazo,

pronto para coger a su hijo.

 

Envuelto en una toquilla,

del color azul del cielo,

hizo entrega sonriendo,

a su mujer.. de su niño.

 

Su madre lo cogió en brazos,

puso al pequeño en su pecho

dió las gracias al marido…

con un  ¡cariño, te quiero!.

 

La niña  que ya tenían,

sintió jaleo en la entrada

y con su lengua de trapo

preguntaba ¡qué pasaba!.

 

Corriendo se fué a la puerta

y sus grandes ojos vieron

a su «hermanito» pequeño

acurrucado en su  «mami».

 

No salía de su asombro…

su boquita quedó abierta

su sonrisa era de un ángel

igual a la del día de Reyes.

 

Se aupó sobre sus puntillas,

alzó  sus pequeños brazos

y…  ¡con su  lengua de trapo!

«muñeco» llamó a su hermano.

 

¿Lo habré logrado?.

… ¡tu sonrisa, digo!.

 

 

 

 

3 Comentarios

  1. Maikel dice:

    Me arrancaste la nostalgia, el recuerdo y la alegría al nacer mi primer hijo. Saludos compañera.

  2. Stradivarius dice:

    Es ternura, de esa ternura intensa que solo saben transmitir las almas limpias y puras como tiene que ser la tuya Victoria. Me has recordado una vieja historia que me han contado muchas veces. La niña, al ver al bebé exclamó:¡ » mamá es un keko»! y así keko ya por siempre se quedó. Gracias Permuy por retrotraerme a unos recuerdos tan hermosos por simples e inocentes. Un cordial saludo

  3. Victoria Permuy dice:

    Gracias a los dos, a Maikel, a Stradivarius, precisamente en este mismo momento, me disponía a escribir a Maikel para que, si le había gustado lo que escribí, más nostalgia le produciría tus poemas
    (me dirijo a Stradivarius), de MI HIJO (I) y MI HIJO (II), y ya de paso la de ELEGIA A UNA MADRE, le íba a decir que los buscase en tu página para leerlos, para mí esos sí que tienen una ternura inmensa
    y me hicieron llorar de emoción, sobretodo, viniendo del corazón de un padre, de su pensamiento y ternura de ese momento tan importante. Para las madres, a pesar de maldecir todo en ese momento de tantísimo dolor, luego pasa a ser el olvido más real cuando te ponen a tu hijo tocando tu cuerpo, pero… que esa ternura, «blandura» de corazón y alma, salgan de un «padre», para mí tiene el más grande significado del amor a un hijo, yo he notado esa falta en el nacimiento de mis hijos con la mayor pena del mundo. Asique mis felicitaciones por ser los mejores y más tiernos padres del
    mundo. Maikel, no te olvides de leerlos, te van a emocionar mucho, ya lo verás, son lo más bonito que leí en mi vida. Enhorabuena a los dos por lo bien que escribís, yo sólo soy una aprendiz con el ejemplo de vuestras obras que son realmente dignas de grandes escritores. Un abrazo a los dos.
    (me habéis ahorrado una cartita, he «matado» pero a abrazos, dos pájaros, bueno dos gorriones de … de una vez , poner un «tiro» ahora no pega nada después de toda esta ternura).

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