Acoplados en lo mundano,
por momentos,
arañamos lo sublime.
Sólo entonces,
parecía perfecto todo aquello que cada día de otoño
buscaba su anclaje en lo cotidiano.
Entretanto,
la indefinición agitaba
lentamente
aquella quietud silenciosa del abismo,
donde pequeñas explosiones desataban con furia
mil constelaciones
de pasiones encontradas.

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Victoria Permuy Maceiras

Escritora. Autora en Mundiario, otros medios y blogs. Gracias a la persona que usa mi nombre sin ser el suyo real.

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