MI «QUITAPENAS»

Cuando estoy afligida y son muchas veces

pienso en tí mi vida y… desaparece.

Como de repente, ahí estás conmigo…

como si contigo …se desvaneciese.

 

Como una pesadilla jugando en mi sueño

que se regocija urgando en mi mente

sin reglas, sin normas, sin orden ni leyes

y en ese «mal juego» yo salgo perdiendo.

 

Cuando mi tristeza encarcela el alma

cuando tras las rejas me quedo callada

cuando no me salen apenas palabras

silbas a mi oído…me mimas, me salvas.

 

Y me abres la puerta sin ninguna llave

la que está blindada con cerrojos grandes

la empujas despacio, como si papel fuera

me extiendes tu mano y me cojes en brazos.

 

Mis lágrimas secas pasando tus labios,

entre mis mejillas, tú las vas secando

y dejas en ellas las huellas de estrellas

para que reluzcan como un sol temprano.

 

Y vas a mi boca con tus labios cálidos

y mientras tus brazos abrazan mi cuerpo

tus manos se enredan entre mis cabellos

y acabando el beso me dices «te quiero».

 

Y ya en mi cara pones tu bella sonrisa

con saliva pegas cual calcomanía…

y pasas tus dedos para que se adhiera

para estar seguro que no se despega.

 

Como si un milagro, como magia fuera

disipas mis penas, pesares, tragedias…

sólo tú mi vida cambias mis tristezas

y sin darme cuenta conviertes en risas.

 

Eso es lo que haces, lo que en mí tú obras

es lo que consigues porque tú me quieres

sin tí…una piltrafa como un trapo viejo

sin tí no soy nada,  «sólo un sufrimiento».

 

Tú eres mi alegría, mi fín, mi esperanza

todo lo que tengo a tí te lo debo…

eres mi consuelo, mi fé, eres mi sueño

nunca me despiertes si contigo no duermo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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