Irresoluto

En la punta de los labios,
conservo -aún- el sobrante
de tus besos,
las madrugadas y los desvelos.

Vuelvo en el tiempo
como el niño a sus juegos.
Te encuentro distinto
lejano a todos mis deseos.

Conservas ese aspecto
de niño disperso, travieso,
a la espera de un mundo
casi disuelto.

La mañana se ilumina
junto con tu sonrisa,
se deshacen las agonías, y a mí
se me olvidan incluso las ironías.

Eres otro.
Somos otros.
Amantes breves,
prolongando un hasta luego…

Un quizás.
Una hora más.
Un beso frío.
Una imposibilidad.

Eglón Mendoza

2015

«Amantes Testarudos & Por Siempre un ¡Te Amor!»

Edgar Eglon
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