¿POR QUÉ HOY HE «TEMPRANEADO» TANTO?

Las siete treinta de la mañana

abriendo el ojo, como si nada…

como si no estuviera cansada…

dos horas antes de lo habituada.

 

¿Será por ser primero de Mayo?

como cuando era pequeña…

esos  cientos «seis» de  Eneros

¿días de los Reyes Magos?…

 

Esos,  aùn tenían un fín…

una razón poderosa…

una iusión «pegajosa»…

de inocencia prodigiosa.

 

Pero ¿éste día a qué viene?

si es como otro cualquiera

¿por qué? me resta del sueño

¿cuando me hace tanta falta?.

 

¡AH!, sí… ¡es el día de la Madre!

pero… ¡si yo ya no creo en eso!

no tengo el ¿por qué? «creerlo»

sólo uno ¿habiendo tantos al año?.

 

«Chorradas» del consumismo…

de carteles en las tiendas…

de perfumes especiales…

las madres, huelen a madres.

 

No hace falta «echarse» encima

un spray de «Chanel cinco»…

diez, de quince, o cincuenta…

si siempre «olemos» lo mismo.

 

A frituras, a papillas, a «Nenuco»

hasta cumplidos los treinta, y…

todas las noches «EN VELA»

de «aquellos» primeros días.

 

En que te daban las doce…

las DOCE…. del mediodía

y era tal el «ATURULLO»…

que ni tu nombre sabías.

 

Entre el pecho y los pañales

entre el baño y las cremitas

entre cambios de pañales…

entre, entre lloros y sonrisas.

 

Y otra vez se hacía noche

y… ni un descanso tenías

las horas íban pasando…

«MUY» demasiado deprisa.

 

Quién pudiera ahora «pillarlas»

aunque no «pegases ojo»…

aunque acabases rendida…

«aquello» era todo un ¡GOZO!.

 

¡Cuánto lo hecho de menos!…

¡deberían ser pequeños!…

para tenerlos en brazos…

y ahora… ya no podemos.

 

¡Ni colonias ni pañuelos!

yo quiero aquellas postales

aquel dibujo… esas frases

guardados… como secretos.

 

Escondiendo la cartera

no sea «transparentase»

aquel «oculto regalo»…

de ese día de la MADRE.

 

Se les notaba en la cara

les faltaba la paciencia

y a veces ya te lo daban

¡nada más llegar a casa!.

 

Ya no esperaban «al día»

deseando estaban darlo

para que tú les dijeses…

¡lo mucho que te gustaba!.

 

¡Esos sí que eran regalos!

los más valiosos, más caros

los más preciados que guardas

¡como si fueran TESOROS!…

 

De vez en cuando los «sacas»

de la caja en que los guardas

con sus primeros cuadernos

sus álbunes… ¡sus recuerdos!.

 

¿Por qué crecieron? ¡PARDIEZ!

¿por qué no son los «enanos»

que vestíamos… peinábamos

cómo si «MUÑECOS» fuesen?.

 

Se acabaron las casitas de muñecas…

los balones, los globos, las serpentinas

las navidades, los reyes y cumpleaños…

y… ¡ HASTA EL DÍA DE LA MADRE !.

 

¿POR QUÉ C— HE MADRUGADO?

¡ DEBERÍA ESTAR SOÑANDO !…

creo que voy a intentarlo… quizás

puedan quedarme «diez minutejos».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

escondidos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada