La última noche del asesino parte 2
- publicado el 02/03/2010
-
PSIQUES PARALELAS
PSIQUES PARALELAS
La sesión había empezado hacía 45 minutos y la psicóloga Natalia Pinos continuaba con sus preguntas:
-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba la terapeuta.
-Sí, señora- contestó llorando el paciente Jorge Pulido.
– Bien, ha terminado la primera y última sesión. Está usted curado.
-¿Qué le debo por la consulta?
-Nada, es gratuita- concluyó la Dra. Pinos.
—————————
La sesión había empezado hacía 45 minutos y el psicólogo Daniel Ceballos continuaba con sus preguntas:
-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba el terapeuta.
– Sí, señor- contestó llorando la paciente Palmira Fuentes.
– Bien, por hoy ha terminado la primera sesión pero aún le quedan 57.
-¿Qué le debo por la consulta?
-600 euros.- concluyó el Dr. Ceballos
—————
El Doctor Miguel Lahoz explicó los dos casos clínicos en la reunión con sus colegas:
*- En el caso 1, el paciente Jorge Pulido, se ha inventado una psicóloga, Natalia Pinos, (la cual en realidad no existe) para poder combatir su total soledad. Acude a su imaginaria consulta y el mismo Jorge crea las respuestas. Debido a muchos casos de los que ha leído, no cree en los profesionales de la mente reales con lo que, por contra, se ha creado un ideal de doctor perfecto.
** – En el caso 2, el psicólogo Daniel Ceballos es el que se ha inventado una paciente, Palmira Fuentes, porque, después de que no iba nadie a su consulta por su poca profesionalidad, tuvo que cerrar y, gradualmente, fue desarrollando la enfermedad hasta pasar consulta inexistente y fantasear con que tenía miles de pacientes, creyéndose el mismo Daniel la solución panaceática.
—————————————
En el pabellón contiguo a la clínica del Doctor Lahoz, a los enfermos ingresados después de varias sesiones terapéuticas aún les quedaba camino por recorrer para curarse. Jorge Pulido, tras preguntar a varios dolientes, en vano, se acercó a Daniel Ceballos, casualmente y le repitió lo que a todos:
-¿Pasa usted consulta?- le preguntó Jorge- En el fondo de mí sé que este doctor no existe– pensó para sus adentros Pulido.
-Pase, adelante, por favor- dijo Daniel- En el fondo de mí sé que este paciente no existe– pensó también Ceballos.
Sin embargo, esta vez sí que el uno estaba frente al otro realmente. No eran imaginarios.
- «ALQUIMIDAS» - 22/03/2017
- EL POEMA (Y EL RELATO) ES ERMITAÑO DEL CAJÓN - 22/11/2016
- VIOLINES OCULTOS EN BURBUJAS - 17/11/2016
Fantástico, Txus. Como bien dices, tu relato y el mío están íntimamente relacionados. Qué gusto da leerte.
Gracias por tu comentario, Yizeh. Un placer escribir relatos en esta web e igualmente grato es leer tus textos y leer los relatos de los escritores de por aquí. Un saludo 😉 😉