PSIQUES PARALELAS

  PSIQUES PARALELAS 

La sesión había empezado hacía 45 minutos y  la psicóloga Natalia Pinos continuaba con sus preguntas:  

-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba la terapeuta.               

-Sí, señora- contestó llorando el paciente Jorge Pulido.  

– Bien, ha terminado la primera y última sesión. Está usted curado.  

-¿Qué le debo  por la consulta?                     

-Nada, es gratuita- concluyó la Dra. Pinos.  

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La sesión había empezado hacía 45 minutos y el psicólogo Daniel Ceballos continuaba con sus preguntas:  

-¿…en el fondo quería usted a su padre?- indagaba el terapeuta.               

– Sí, señor- contestó llorando la paciente Palmira Fuentes.  

– Bien, por hoy ha terminado la primera sesión pero aún le quedan 57.  

-¿Qué le debo por la consulta?                      

-600 euros.- concluyó el Dr. Ceballos  

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El Doctor Miguel Lahoz explicó los dos casos clínicos en la reunión con sus colegas:

*- En el caso 1, el paciente Jorge Pulido, se ha inventado una psicóloga, Natalia Pinos, (la cual en realidad no existe) para poder combatir su total soledad.  Acude a su imaginaria consulta y el mismo Jorge crea las respuestas. Debido a muchos casos de los que ha leído, no cree en los profesionales de la mente reales con lo que, por contra, se ha creado un ideal de doctor perfecto.

** – En el caso 2, el psicólogo Daniel Ceballos es el que se ha inventado una paciente, Palmira Fuentes, porque, después de que no iba nadie a su consulta por su poca profesionalidad, tuvo que cerrar y, gradualmente, fue desarrollando la enfermedad hasta pasar consulta inexistente y fantasear con que tenía miles de pacientes, creyéndose el  mismo Daniel la solución panaceática.

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En el pabellón contiguo a la clínica del Doctor Lahoz,  a los enfermos ingresados después de varias sesiones terapéuticas aún les quedaba camino por recorrer para curarse. Jorge Pulido, tras preguntar a varios dolientes, en vano, se acercó a Daniel Ceballos, casualmente y le repitió lo que a todos:

-¿Pasa usted consulta?- le preguntó Jorge- En el fondo de mí sé que este doctor no existe– pensó para sus adentros Pulido.

-Pase, adelante, por favor- dijo Daniel- En el fondo de mí sé que este paciente no existe– pensó también Ceballos.

Sin embargo, esta vez sí que el uno estaba frente al otro realmente. No eran imaginarios.

Txus Iglesias
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2 Comentarios

  1. Fantástico, Txus. Como bien dices, tu relato y el mío están íntimamente relacionados. Qué gusto da leerte.

    1. Txus Iglesias dice:

      Gracias por tu comentario, Yizeh. Un placer escribir relatos en esta web e igualmente grato es leer tus textos y leer los relatos de los escritores de por aquí. Un saludo 😉 😉

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