¡CUANDO TE VÍ!…

Me he quedado sin palabras

ni letras tengo, cariño

el corazón me palpita

casi, ¡ni apenas respiro!.

 

Sólo mis ojos atentos

mi cuerpo, paralizado

un subidón he sentido

a ver cómo me «reparo».

 

Ahora, después de mirarte

aún me cuesta respirar

¡te veo y no me lo creo!

cariño, ¡qué guapo estás!.

 

Gracias, por asomarte al balcón

en el que siempre te espero

con las ansías de quererte…

y, ¡muchas más de tenerte!.

 

No salgo de mi ilusión…

me parece estar soñando

no me despietes  mañana

CON OTRA DESILUSIÓN.

 

«Esto» no es vida, cariño…

todo «esto» es un «marrón»

que no cambia de colores

ni con óleos de un pintor.

 

Te veo y no me lo creo…

empezaré a pellizcarme

aunque me salgan negrones

de tanto apretar mis carnes.

 

Si me vieras cómo estoy…

te darías mucha cuenta

que te necesito, amor.

 

Gracias mi dulce chiquillo

mi «pequeño», «gran» amor

Me dormiré en tí soñando…

mañana, será todo una ilusión.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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