Cuan gran castigo, mi señora, para tan venial pecado

A vuesa merced acudo, amada mía

rogando perdonéis a este gañán.

Gañán y tuercebotas, eso soy,

incapaz de poner malicia alguna

por más que la esquiva fortuna

me lleve a cometer necedad.

 

No da de sí más mi caletre,

torpe soy y soy obtuso,

tanto soy y tanto yerro,

que en queriendo poner remedio

lo vengo al final a estropear.

 

Por  torpe y desacertado es por lo que

este, vuestro fiel enamorado,

pide de vuestra donosura

levantéis, os ruego, el castigo,

me deis la absolución

y volvamos de la mano a pasear.

 

Clemencia os pido, señora,

pues que llegada la hora,

al sonido del violín

salgáis rauda al balcón

a escuchar las melodías

que os canto con devoción.

 

Quede la culpa sanada,

la lección bien aprendida

y el amor tenga mi amada.

Stradivarius
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1 Comentario

  1. Estrella fugaz dice:

    Buenas tardes a tod@s
    Yo pienso que lo tiene azul oscuro casi negro.
    Traducción: Mejor se busque a otra

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