Los gritos del dolor
- publicado el 15/09/2011
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Negra noche
El día estaba nublado. María José trabajaba esa noche. Se ha maquillado como ha podido, pero apenas ha podido tapar los moratones que le hizo ayer Óscar, su chulo.
María José es puta. Y es barata.
Aún así, en cada noche se puede sacar más de 150 euros. Claro, que de esos 150 ella sólo ve el dos por ciento.
Gana lo justo para comer. Vive en un piso alquilado por Óscar, con otras cinco chicas. La vida de María José no es nada fácil.
Empezó en esto por su hija. Era su única hija, y estaba enferma. Necesitaba un tratamiento, pero era muy caro. Resulta que la enfermedad de la hija de María José no era muy común y la Seguridad Social no cubría los gastos, sólo el diagnóstico. Como si eso sirviera de algo.
María José tenía un modesto trabajo de vendedora en una tienda. Se quedó embarazada con apenas diecisiete años. Sus padres la echaron de casa y dejaron bien claro que no querían volver a verla. En apenas unos meses, María José se vio convertida en madre soltera y trabajadora, independizada a la fuerza. Adelgazó siete kilos en un mes. La niña lloraba por las noches.
María José no tuvo más remedio que buscar un segundo trabajo por las tardes. Empezó limpiando casas, pero no ganaba lo suficiente.
Un día conoció a Óscar. Le cambió la vida. Le prometió dinero, mucho dinero. Le aseguró que a su hija no le faltaría de nada. Óscar le prestaría todo el dinero necesario. Todo. Pero con la condición de que, para devolvérselo, trabajara para él. María José se vio pronto convertida en la nueva chica de Óscar. Francés, griego, completo, beso negro. Lo hacía todo. Todo por su hija.
El año pasado la hija de María José murió. El tratamiento se aplicó demasiado tarde. Los médicos no pudieron hacer nada. Muerta.
Hoy, María José maldice cada gota de la sangre de sus venas y pasa las noches trabajando para devolverle a Óscar todo su dinero. No le importaría morirse pero… No puede. María José no puede huir.
Su fuerza se fue con su hija.
Yizeh. 16 de agosto de 2008
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Un relato bastante triste, pero lo mejor sería que solo se quedase en eso, un relato….
estamos en tiempos tristes
a ver si los ilustres colaboradores vuelven a la carga, que esto llev aun par de días muy apagado
por cierto, sarcasmo, le falta una E a tu nombre
cierto, correción al canto
Para mi tiene hasta su punto de humor (Frances, Griego…Lo hacia todo). No estan nada mal tus relatos, son cortos (cosa que agradezco porque cuando veo que son muy largos me acojono) y cuentan algo que engancha lo justo como para leer hasta al final. Buen camino
A mi este relato me llama mucho la atencion, porque como es algo que todos conocemos, por la tele, o por los medios en general,.. siento que puedo ver a esta pobre mujer,… y me da mal rollo, transmite lo que dice,… por eso es bueno
Muy bueno. Muy triste.
A mi me dan igual si los relatos son cortos o largos. De hecho, cuanto más largos, más disfruto leyéndolos 🙂