Fiestas populares

Llegué a un viejo edificio, parecía lo único en pie en aquel lugar.

– Disculpe, ¿la oficina del alcalde?
– si, es aquí.
– ¿Podría hablar con el?
– No, murió.
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– lo lamento.
– Fue una pena, era un gran hombre. Culpa de un concurso de tortillas, el se ofreció de jurado; los huevos pasaron mucho tiempo al sol…nada se pudo hacer. De verdad, una pena. Sobró mucho pan, eso si.
– Ya veo… ¿nadie le sustituye?
– Solo vivíamos el alcalde y yo en el pueblo. La tortilla era mía. ¿Quiere usted almorzar?

8 Comentarios

  1. Zilniya dice:

    Juas!! Más que un microrrelato, esto es un chiste! Y es bueno!

  2. ameliemelon dice:

    jajajaja!! a mi tambien me ha parecido muy gracioso. y el tio tan tranquilo xD

    muy bueno, sobre todo que al principio parezca todo tan tipico de un pueblo y que luego sea tan absurdo.

    amelie…

  3. Lascivo dice:

    «Sobró mucho pan, eso si.» xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD, tremendo.

  4. Pequadt dice:

    Jajajajaja!!!
    Coincido con Lascivo: el golpe maestro es «Sobro mucho pan, eso si».
    Muy muy bueno, si señor.

  5. reinadelamantekilla dice:

    La verdad que hacía tiempo que no me reía con un relato como lo he hecho ahora XD

  6. newowen dice:

    XDD lo bueno es que acaba justo así y te imaginas el silencio tenso de después y eso es genial.

  7. DonGato dice:

    Es genial! xDDD

  8. ivanocana dice:

    muy bueno, no le encuentro comedia. – me recuerda a kafka, eso sí

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