Mi casa cambia...
- publicado el 04/08/2008
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GRACIAS DIOS.
» Metro de Madrid informa: por una averia en las lineas seis y cua…»
Me cago en la puta Dios, yahvé, o como te llames. Encima ya son las 8:45, llego tarde. Mierda, justo tenia que pasar esto el puto dia de la selectividad. Manda huevos la palabrita eh, selectividad. Me cago en tí , ¿para que nos haces inventar esa palabra?. Corro con todas mis ganas (poquitas) hacia la salida de la estación Alonso Martinez. A mi derecha, Viena Capellanes. ¡Qué hambre!. A mi izquierda, una chica de esas que me follaría una y otra vez sin descanso. ¡Qué hambre!. Me pregunto mientras continuo corriendo a la parada del autobús 125 cuando perderé la virginidad. Era algo que me pesaba tantisimo…Bueno, aun tengo dieciocho años, que mas da. Puedo esperar hasta los veinte. Pero ya está eh, dios, a los veinte follo ¿vale?. Son las nueve cuando llega el autobus con un gordo al volante. Y como no, una vieja de esas asquerosas se cuela delante mia, bastón en mano, lista para subir al vehiculo con la velocidad de un camaleón. Y con los mismos ojos que un camaleón, porque la muy arpía vigila constantemente sus espaldas agarrando el bolso con esas uñas bañadas en carmín precedidas de unas manos huesudas. Mira Dios, ¿porqué no la matas?. Antes de responderme, piensalo. Tendrá mas de noventa años, está sufriendo. Acaba con su dolor. […] Bueno pues nada, luego no vengas tu pidiendo favores. Me siento en el bus y vuelvo a hablar con él. Me obsesiona el tema del sexo , la virginidad, y todo eso. Y tengo muchas preguntas.
– Dios, en el cielo follareis mazo, ¿no? – le pregunto intrigado.
– Tampoco te creas hijo, aqui pasamos un poco de eso. Tenemos muchos problemas.
– Te puedo ayudar si quieres, despues del favor que me vas a hacer, necesitaré devolvertelo.
– Pues ahora que lo dices, tengo un problema, Jaime.
– ¿Cómo coño vas a tener un problema tronco, si todo lo ves y todo lo sabes? ¿Estamos locos o qué?
El bus se detiene y tengo que esperar de nuevo a que la vieja de mierda baje. »Usted a su ritmo señora» le digo, sonriendo. Ella me devuelve la sonrisa y mete el turbo (es decir, camina a una velocidad media, media-baja). Lo agradezco en mi cabeza y cruzo sin mirar. Los coches me atraviesan como si yo fuese ectoplasma. Gracias tío, gracias Dios. Entro en la mierda de instituto. Saludo a chicas, colegas, profesores. Les digo que tengo mucha prisa, que tenía el examen ahora. »Suerte tronco» me gritan desde la lejanía. Entro en el aula. »Llegas tarde» me dice la puta de la profesora de literatura, que tiene que tener el chocho mas seco que el de una Barbie. Dios, haz que le echen un buen polvo, ¿va?. Bien. Me dan el examen y sonrío. No puedo evitarlo.
– Bueno Dios, hemos quedado en que me haces tú el examen, ¿eh?
– Claro hijo, pero tienes que hacerme tú un favor, por mi problema y eso…
– Claro, el que quieras tronco.
– Verás, aunque todo lo sé, todo lo veo, y todo lo hago, tengo un problema hijo mio.
– ¿Cúal?
– Que si no crees en mi no existo.
– Tranquilo por eso tio, tu preocupate por conseguirme una chica guapa, un buen examen, y la mortalidad. Yo creeré en tí.
Aunque no le ví, supe que sonreía. Las respuestas a mi examen fueron escribiendose como por arte de magia. Genial.
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mmm, me gusta, y tiene un algo mu parecido con la peli «Camino», ¿la has visto? jeje
el comentario anterior y éste son míos, es decir, de onanistaEnamorada, que no sé por qué me ha salío anónimo…
Wow, he leído la historia más o menos en minuto y medio, me ha entrao una ansiedad que flipas… Pero mola oye, mola…^^