Clan Valhalla-Capitulo II: El camino a casa…

Tras la pequeña aventur anocturna cada cual va hacia su casa, pero parece que la noche aun tiene sorpresas reservadas…

Bea entro en su habitación y cerró la puerta tras de sí. No era una habitación muy grande, en la izquierda tenía un armario empotrado, y dos estanterías con una cama en medio. A la derecha había una mesa llena de libros y un portátil; frente a la muchacha había una ventana cerrada. La chica se desato el moño y se sentó en la cama, no se encontraba demasiado bien. Víctor la había acompañado a su casa, que quedaba casi en la otra punta de Albacete, y se había preocupado hasta el punto que se le había revuelto mucho el estomago. Tras un largo rato en el baño la chica había entrado en su cuarto por fin, pero seguía sintiéndose mal, así que llamo a Víctor al móvil. Empezó a dar señal, pero nadie cogió el teléfono.
“Víctor, estúpido, ¡cógelo!”
Bea volvió a llamar sin recibir respuesta.
“Dios mío, que no le haya pasado nada”
Llamo por tercera vez y esta vez Víctor cogió el teléfono:
-¡Víctor! ¡Idiota! ¿¡Por qué no me lo cogías!?-
Bea se quito la parte de arriba del vestido pues se dio cuenta de que hacia muchísimo calor en su habitación:
-Bea, no es el mejor momento para tus sermones-
-¡¿Ah, no?!-
-Estoy en la calle aun, y te van a oír los policías-
-¿¡Como que estas aun en la calle!?-
-Cuando iba hacia mi casa me encontré a Daoiz en el suelo, diciendo incoherencias, y es muy pesado como para llevarle encima y correr a buen ritmo-
-Pero, ¿Cómo que en el suelo?-
-No lo sé, dudo que le hayan golpeado, y que yo sepa no está enfermo-
-¡Ten cuidado, Víctor!-
-¿A ti te pasa algo?-
-¿A mí?-
-Estas muy alterada, más de lo normal-
-Este calor, que es agobiante-
-Pero si estamos a diez grados como mucho, exagerada, en serio, ¿que te pasa?-
-No me encuentro bien, Víctor…yo…-
El calor ambiental y las nauseas golpearon fuertemente a Bea, que cayó inconsciente sobre su cama:
-¡¿Bea?! ¡¡¡Bea!!!-
Entonces oyó una bocina y Víctor vio un gran camión acercándose rápidamente:
-¡¡¡Mierda!!! ¡¡¡Dao, despierta!!!-
-Cállate, hermano pesado-
-¡¡¡Idiota, nos van a arrollar!!!-
Víctor trato de echar a un lado a su hermano mayor, pero este se mantuvo de pie en el sitio sin moverse. Abandonado por su instinto de la supervivencia Víctor siguió empujando hasta que se dio cuenta de que el camión estaba literalmente encima de él, lo último que vio y oyó fue al camión chocando contra su hermano…

-¡¡¡Dao!!!-
Víctor despertó de repente. Se encontraba arropado en su cama, en su habitación. Echo un rápido vistazo a sus estanterías llenas de figuras de dragones y demás artículos frikis. El chico se levanto de un salto y tras comprobar que iba vestido con la misma ropa que cuando salió el día anterior corrió a la habitación de su hermano. Nada más abrir la puerta se encontró a su hermano con una bata encima jugando al ordenador:
-¿Qué pasa, Víctor?-
-Dao…estas vivo…-
-¿De qué hablas? ¿Has tenido una pesadilla?-
-Ayer, el camión…-
Sin mediar palabra Víctor corrió a la ventana que había en la habitación de su hermano y se asomo. A pocos metros de su casa se encontró con un cordón policial y muchos curiosos mirando. Lo único que pudo ver fue la parte delantera de un camión, totalmente destrozada, y era el mismo camión que casi les atropella hacia unas horas:
-Dao, ¿de verdad que no recuerdas nada de ayer?-
-Se que me empecé a sentir muy nervioso, muy agobiado, y muy mareado, cuando reaccione ya estaba en mi cama, ¿Víctor?-
Cuando se giro tan solo observo a su hermano pequeño inconsciente y tirado en el alféizar de la ventana, a punto de caerse por la ventana. Rápidamente Dao recogió a su hermano y lo tendió en la cama:
-Esa cachimba de ayer… ¿estaremos drogados? Lo mejor será que duerma también, quizás después todo haya vuelto a la normalidad-
Y los el hermano mayor se acostó junto al pequeño, en paz y armonía, desconocedores de que su vida iba a cambiar radicalmente a partir de ese momento.

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada