irónico
- publicado el 07/03/2010
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A la hora esperada
Era sábado, después de una dura semana de trabajo, llegaba el momento de pasarlo muy bien, ese día había quedado con mi novia para ir a cenar i después iríamos a la discoteca de mi pueblo a pasar la noche asta el amanecer, ella vivía en un pueblecito a unos diez minutos en coche y quedamos que ella vendría i nos encontraríamos en la entrada de mi casa.
Cuando llego la hora que habíamos quedado, baje a esperarla, hacia cinco minutos que estaba listo y siempre me gusta ver como llega, ver ese cuerpo deslúmbrate aparcar la moto i quitarse el casto para dejar al viento esos pelos que tan solo verlos me enamoraron.
Pero era raro pasaron unos diez minutos de la hora estimada y no llegaba, ella siempre solía ser puntual y me extrañaba que aun no hubiera aparecido, pero decidí esperar un rato mas, me puse a andar de un lado a otro de la acera, los minutos pasaban y ella no aparecía,
Intente llamarla al móvil por si había tenido algún problema pero siendo de un pueblecito pequeño no tenia mucha cobertura y a veces iba muy justo poder hablar, i justamente ese momento no había cobertura,
Decidí coger el coche e ir a su casa para ver si estaba, o si había pasado algo, entre en el coche dejando el teléfono encima del asiento del copiloto por si decidía llamarme, poder pararme y cogerlo enseguida.
A la salida de mi pueblo tuve que pararme, una larga cola impedía circular rápidamente, poco después pude ver como una ambulancia estaba parada al lado contrario de la carretera, parecía que no había pasado nada grabe no había ningún coche y no se veía a nadie tumbado en el suelo.
Al cabo de unos minutos llegue a casa de mi novia, llame al portero automático, pero no contestaba, eso ya no era tan normal, la preocupación corría dentro de mi, me dirigí dentro del coche otra vez, mire el móvil por si en ese momento que la llamaba a su casa me decía algo, pero no fue así, ya estaba muy preocupado,
Decidí dirigirme a casa de su madre por si sabia algo de mi chica, al llegar a casa de su madre, pregunte por su hija y me dijo que la ultima vez que la vio de dirigía hacia mi casa con la moto y eso ya hacia casi unos treinta minutos.
Le dije que enseguida que supiera cosas de su hija se lo aria saber, entre en el coche y sin mas miramientos me dirigí hacia la puerta de mi casa, haber si ya había llegado, a lo mejor se abría encontrado en el camino algún conocido y se abría puesto a hablar.
Al llegar a mi pueblo vi a la ambulancia que aun estaba parada en la carretera, pero esta vez estaba a mi lado, al estar apunto de adelantarla pude ver de refilón una moto, era como la de mi chica, me pare delante de la ambulancia y enseguida me dirigí hacia el lateral donde unos enfermeros atendían a una chica que estaba sentada en el suelo, era mi chica, los enfermeros estaban vendándole la pierna, parecía que no era grave,
Le pregunte a mi chica como estaba, con el susto en el corazón no pude controlar las lagrimas, ella me dijo que la moto de había resbalado y avía caído pero que por suerte estaba bien, me comento que había intentado llamarme, pero que yo no tenia cobertura, se ve que me llamo cuando yo estaba en su pueblo, donde no hay mucha cobertura.
Después del susto, y que los enfermeros terminaran de vendarle la pierna decidimos ir a cenar para quitarnos el susto de encima, fuimos a un pequeño restaurante, donde la música sonaba suavemente, i al terminar la cena brindamos por el disfrutar de la vida porque cuando menos te lo esperas puedes decir adiós al mundo sin despedirte de la persona amada.
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