XVII
- publicado el 07/03/2010
-
El Dragón Dorado
Miraba fijamente el vaso de whisky cuando, de pronto, emergió del líquido dorado un feroz dragón escupiendo fuego. Sin darme tiempo a reaccionar, me cogió con sus garras del cuello hasta que me desvanecí. Cuando desperté, aturdido y mareado por lo acontecido, pude comprobar que se había bebido todo el contenido de la botella, el muy hijoputa.
Últimas entradas de Julio (ver todo)
- BAJO LA DUNA DE TU PIEL DESNUDA - 29/01/2014
- El Dragón Dorado - 14/01/2014