Luz y oscuridad

Con la gracilidad de un colibrí y la belleza de una ninfa, aleteaba iluminando el camino. En la penumbra era perseguida por su inseparable fantasma, solo podía contemplar aquellos rubíes amenazadores, y con algo de esfuerzo su pícara sonrisa.

Alzo el vuelo desde la falda de un sauce anciano vistiendo de luz su tronco. Su hambrienta persecutora devoraba con ansia cada atisbo de luz. Sin desanimo, su contraria siguió iluminándolo como aquel árbol de aquella primera navidad inolvidable, cada rama, cada hoja cada flor… Pero su hermana, seguía sin dejar rastro tras de si pues no existe luz sin oscuridad.

Tamuh
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