Sueño real

 

Y el niño dormía, en brazos de la madre,  mientras la noche pasaba, mientras la obscuridad se hacía cada vez más densa, costaba respirar, el aire esa noche quemaba la garganta cada bocanada que se aspiraba y se sentía alivio al expirar, si hubiese podido no respirar lo hubiese hecho, el niño entonces despertó de ese dulce sueño que plácidamente lo había transportado a otro mundo y lo regreso al mundo real donde vivía a este mundo lleno de basura, de inmundicia, de hedor en el aire, de frio en la sangre y muerte prematura.

 

Como a su madre, ahora, le costaba respirar, le costaba jalar el aire, pero era necesario hacerlo, el poco oxigeno que quedaba por las noches en el ambiente era suficiente para seguir vivo hasta la mañana,  ya que el sol ardiente evaporaba el agua  de mar y esta producía oxigeno que era más fácil respirar, pero al llegar la noche, sin el sol el oxígeno se iba acabando, los  arboles eran cosa del recuerdo, apenas habían plantas, como los cactus que aún se veían muy de vez en cuando, todo lo demás había desaparecido de la faz de la tierra, el agua salada  era la única fuente de agua bebible que existía luego de pasar muchos procesos de purificación…

 

Así es la tierra ahora un desierto lleno de basura, lleno de cadáveres de animales y hombres, que mueren en el trascurrir de las noches largas que no te dejan respirar, que no te dejan dormir, que solo te permiten luchar por tu vida…

 

Al amanecer el aire vuelve a subir sus niveles de oxígeno y se puede medio vivir el desayuno es ahora la comida familiar y se cuentan historias de cómo era la tierra antes,  de que los arboles eran de una altura hasta de sesenta metros que los pájaros vivian en ellos, que las ardillas corrían por sus ramas y que en primavera, sus flores llenaban de colores el paisaje, también cuentan de ríos de agua dulce que atravesaban continentes  que eran más anchos que una autopista,  y que se podía viajar en ellos, los niños  y sus hermanos, nadaban en sus aguas cristalinas, el aire no tenía precio, y el agua era casi  gratis, te daban una botella por tres monedas, pero los niños de hoy saben que eso paso hace mucho tiempo, que hoy en día todos son hijos únicos, que nadie tiene hermanos porque lo prohíbe la ley y cada vez hay menos niños en el planeta.

 

Juanito despertó con una fiebre de cuarenta su madre lo besaba y lo mojaba con un paño húmedo.

 

La tos no lo dejaba respirar muy bien, y poco a poco la fiebre fue bajando hasta que se quedó dormido de nuevo esta vez despertó de día y con hambre para desayunar con sus hermanos.

Alan del Cid
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