El viaje

Abro los ojos, ahora estoy en un desierto. No hay nadie, ni nada. Camino entre el aire condensado provocado por el calor, pero sin embargo no me quemo los pies. Tras horas o segundos, no lo sé, me tumbo en la duna más alta y espero. Llega, de repente, el gran pájaro que soñé.  Parece un búho pero su tamaño es el de un águila. Majestuoso, emite un sonido de aviso y me toma entre sus garras. Durante el trayecto todo cambia de color, a gran velocidad. Vuelvo a cerrar los ojos, ¿cuál será el próximo lugar?

Laia Font
Últimas entradas de Laia Font (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada