La dama de noche

Bajo el cielo azul del verano permanecia oculta, potencial, su belleza perlada. Pero en cuanto se despertaba la noche, timidamente desplegaba magnífico espectaculo de callada belleza. Blancos los carnosos labios de  ella, rubios los pistilos que se balanceaban en su centro, el tallo portador de frugal virilidad. Curiosamente la muerte venía con el día.

Alderete
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